Sexo después de los 60

Expertos afirman que después de los 60 la vida sexual activa trae beneficios físicos y emocionales.

¿Se imagina usted a la abuelita que quedó viuda hace algunos años coqueteando con un vecino divorciado? Probablemente no y, si lo hace, quizá se sienta incómodo.

Cada vez que alguna pieza publicitaria hace alusión a la vejez o simplemente surge el tema en una conversación, la mayoría de las personas, incluyendo a algunas en la tercera edad, suelen descartar la posibilidad de que los adultos mayores (con pareja o solteros) tengan un encuentro íntimo y, mucho menos, una vida sexual activa.

Sin embargo, para la psicóloga y escritora feminista Anna Freixas Farré esto se aleja completamente de la realidad y el simple hecho de desconocer la sexualidad de los adultos mayores constituye una violación a sus derechos.

Con ello concuerda la sexóloga vallenata Nereida Lacera Reales y los terapeutas de pareja Jorge Velázquez y Blanca Padilla de Velázquez, quienes trabajan en Barranquilla.

En diálogo con EL HERALDO, los especialistas hablaron de los mitos que hay alrededor de la sexualidad en la tercera edad y cómo derribarlos para mejorar la calidad de vida de la población mayor de 60 años en Colombia, que en 2018 alcanzó a ser 13,4% de la población total del país, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Fallas en la educación

Anna Freixas, que por más de 30 años ha trabajado en psicología evolutiva de los ancianos, explica que hay muy poco conocimiento sobre las personas mayores y que, de hecho, están “mucho mejor de lo que dicen los libros”. Para ella, una de las principales causantes de que se haya generalizado la falsa idea de que los ancianos son “asexuales” es la educación.

“Antes a los 50 habíamos terminado (la vida). Ahora a los 60, 70, 80 todavía estamos viviendo, por eso hay tan poco conocimiento de la vejez. La sexualidad es como la comida o como la vista, un deseo que puedes o no tener y no hay problema, pero los mitos están incluso en la cabeza de las personas mayores y provienen de la educación que, de la manera en que se ha dado, es muy limitadora para la sexualidad de todo el mundo”, asegura.

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Por su parte, la médica, sexóloga y educadora sexual, Nereida Lacera Reales afirma que el concepto con el cual se ha educado a la población es el de una sexualidad vergonzosa que podría generar culpa y resalta que, debido a ello, en Europa y Estados Unidos tan solo un 15% de las mujeres y un 20 o 30% de los hombres tienen una vida sexual activa después de los 60 años.

“Acá en nuestras latitudes, donde hay más restricciones y mitos, donde tenemos tanta desinformación sobre la vida de las personas mayores y pensamos que son asexuados, que no tienen deseos, sentimientos y necesidades, el porcentaje es menor”, afirma.

Para la especialista, una de las maneras de mejorar dicha situación es comenzar a derribar algunos mitos sobre el proceso de envejecimiento.

Cambios

Los hombres y mujeres que se acercan a los 60 años comienzan a sufrir cambios físicos, psicológicos y sexuales de manera paulatina. Menopausia y andropausia son condiciones o periodos en la vida de mujeres y hombres que marcan la entrada a la edad madura y que suelen ser vistos como el final de la vida sexual de las personas.

Nereida explica que cuando se llega a la madurez el órgano más afectado, en el caso de las mujeres, es la vagina, la cual empieza a carecer de humedad y elasticidad; sin embargo, ello no implica una pérdida del deseo, de hecho la mujer nunca pierde la capacidad de llegar al orgasmo o ser multiorgásmica.

En el caso de los hombres, el deseo no disminuye por condiciones fisiológicas, sino por otras condiciones psicológicas y sociales, por ejemplo, los efectos del envejecimiento o una mala relación de pareja.

“Tanto hombres como mujeres si han tenido una mala relación de pareja, se van los hijos y no construyeron una intimidad bonita, eso hará que su deseo sexual disminuya. Lo mismo sucede si no han tenido una vida sexual plena o no ha habido estimulación sub erótica suficiente en ellos, eso también disminuye el deseo”, explica.

A esto se le adicionan las presiones de familiares y los estigmas a los que se enfrentan las personas mayores que buscan prolongar su vida sexual.

“Pensamos que un viejo es verde si se enamora, o está el prejuicio de que si una mujer anciana está coqueteando enseguida la tildamos de ‘vieja buscona’ y se le prohíbe, critica y juzga; pero cualquier persona, hasta el día que muera, tiene derecho a vivir una sexualidad positiva y feliz”, recalca la sexóloga.

Aún por encima de tantas dificultades, el sexo después de los 60 es posible, seguro y, además, trae beneficios físicos y emocionales para los adultos mayores que lo practiquen. De hecho, la doctora Nereida afirma que “los efectos benéficos son mucho mayores que cualquier otra contraindicación que pudiéramos encontrar”.

Intimidad

Por otro lado, es necesario destacar que el vivir una sexualidad activa no es únicamente tener relaciones sexuales de manera frecuente. Frente a ello, Anna Freixas asegura que “la sexualidad tampoco se puede convertir en un nuevo mandato”.

“Las personas mayores podemos querer tener relaciones sexuales o no, lo importante es el autoconocimiento y la libertad para decir esto es lo que deseo”, concluye Anna.

Asimismo, los psicólogos de pareja barranquilleros, Jorge Velázquez y Blanca Padilla de Velázquez, recomiendan a las parejas de más de 60 años manejar una comunicación clara y de emociones porque “la primera relación sexual empieza en las emociones”.

De acuerdo con ellos, es necesario que la sexualidad de los adultos mayores esté orientada por una relación de compenetración e intimidad emocional que influya en la psiquis y en el desempeño debajo de las sábanas.

“Hay que entender que el sexo no es el centro de la relación de pareja, pero es muy importante. Sin embargo, el hecho de que no haya sexo no quiere decir que la pareja tenga una debilidad. Creo que el apoyo emocional es muy importante porque la pareja tiene que identificar los factores naturales y el objetivo principal: ser felices, sin importar cuantos años tengan”, destaca Velázquez.

Además, la psicóloga Blanca Padilla destaca que “una mujer que está emocionalmente tranquila disfruta más sus relaciones sexuales. Una pareja de 60 años puede manejar procesos de celos o resentimientos y es necesario sanar esto para mejorar la sexualidad. Se comunican, se entienden y se disfrutan”.

En cualquier caso, lo principal a la hora de pensar en mantener una sexualidad activa en la madurez es informarse, dejar a un lado los prejuicios y perder el miedo a vivir de nuevo amando en la cama y fuera de ella.

(elheraldo.co).