Candidatos reciclados y una dirigente panista cínica

La Reflexiva

Una evidente falta de análisis, planeación, unidad interna, liderazgo y estructura discursiva se evidencian en la mayoría de los partidos políticos del país, y Durango no escapa de esta situación.

Los partidos pretenden conquistar la confianza del electorado y obtener su voto proponiendo candidatos que en sus cargos anteriores perdieron la confianza de la ciudadanía y la llevaron precisamente a ese enorme hoyo en el que se encuentra, por lo que para un amplio sector todavía sigue siendo atractiva la propuesta del presidente de la República y el partido Morena, pese a todas las fallas garrafales que han cometido.

Solo nos basta ver la propuesta de Movimiento Ciudadano, que recicla sin parar candidatos del PRI como los ex alcaldes de Lerdo, Roberto Carmona, Carlos Aguilera y María Luisa González Achem. Por cierto, entre las múltiples renuncias la de Gustavo Lugo al PRI no creo que impacte mucho cuando él ya venía trabajando con este gobierno panista, alejado completamente de los intereses y necesidades del partido en el que militó por tantos años.

Es decepcionante ver que los políticos exigen pluralidad y participación solo en tiempos electorales, pero la realidad es que en lo cotidiano no resuelven, no proponen y no se dejan ver apoyando las causas que mueven a la sociedad. Algunos se esconden e incluso los que están en cargos públicos o en el mismo Congreso y que ahora buscan reelección se escudan en que no tienen presupuesto para apoyar esas causas o simplemente no muestran interés. No he visto a ningún candidato hablar de las necesidades de la gente real, esa a la que la pandemia ha impactado y que en Durango ya se ven con fuerza sus efectos, como la inseguridad. Se han presentado asesinatos por robo, los suicidios a la alza, más de una decena en este mes en comparativa con el año pasado; la violencia familiar en aumento; cientos de negocios quebrados; la deserción escolar creciendo alarmantemente; en fin, temas que sí interesan a los ciudadanos, pero a los políticos evidentemente no, puesto que no ven esa realidad. Ellos están enfrascados en una guerra en contra de ellos mismos, todos contra Morena y contra el presidente, y el presidente contra todos los que no concuerden con él. Una guerra que ya sabemos que solo dura el periodo electoral, porque acabando esto trabajarán juntos peleándose mediáticamente y en lo privado pactando.

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La dirigente estatal del PAN en Durango, Verónica Pérez Herrera, declaró con cinismo a un medio de comunicación local que de no haberse dado a conocer el ilícito electoral en que incurrió el alcalde corrupto de Durango, Jorge Salum, no habría ocurrido nada.

El chapulineo a todo lo que da, políticos de un partido a otro, confiados en la mala memoria de la gente y el cobijo del sistema que les permite sentirse renovados por el simple hecho de aparecer en las boletas con otras siglas.

Morena se espera al último minuto para presentar formalmente a sus candidatos, quizá con esto esperan que no se los maltraten tanto. Se especula sobre algunas reelecciones, entre ellas las de Maribel Aguilera Chaidez y Martha Olivia García Vidaña, que aun cuando en sus cargos no lograron una gestión eficiente, parece que las presentarán como “carta fuerte”, confiando en el repudio de los ciudadanos hacia la alianza PRI-PAN-PRD y apostándole al clientelismo que producen los programas sociales del gobierno federal. Estas dos diputadas esperan repetir y nosotros podemos estar seguros que si repiten no habrá novedad, seguirán levantando la mano por los intereses de la 4T y dejando de lado los intereses de los duranguenses.

El 6 de junio ya está a la vuelta y serán las elecciones más complejas puesto que es una elección marcada por la pandemia de COVID-19, por una alianza que hace años veíamos imposible y en la que se espera que más de 92 millones de electores emitan su voto. El objetivo para Morena es mantener la mayoría en la Cámara de Diputados y congresos estatales y lograr el control de varias gubernaturas, lo que de suceder significaría un evidente fracaso para los partidos tradicionales y sin duda el epitafio de este sistema que tiene años en franco deterioro, dañando de manera increíblemente abusiva y descarada al pueblo de México.

El presidente López Obrador, como buen estratega político, está jugando sus cartas y espera salir airoso del proceso electoral con un poder renovado para la segunda mitad de su sexenio; pretende que la mitad de las gubernaturas del país sean morenistas y con esto trascender rumbo al 2024. Todas son piezas claves, lo que se mueve en esta elección impactará sin duda en el futuro inmediato del país.

En México están en juego más de 3000 cargos de elección popular y seguramente veremos candidatos con cubrebocas en la calle pidiendo el voto.

La pandemia ha sido también una oportunidad para reflexionar sobre nuestra realidad de vida, la política, el trabajo, la familia y la salud.

Son 2.62 millones de muertos en el mundo, en México más de 200 mil, aunque a Hugo López-Gatell le disguste que se den cifras. Preguntémonos, ¿qué vamos a hacer para cambiar el rumbo de nuestro país? Empecemos por votar con todas las medidas de seguridad y legitimar nuestras instituciones, que aun con todos sus puntos débiles o deficiencias son el instrumento que tenemos para lograr un cambio pacífico.

Para la presidenta del PAN estatal, Verónica Pérez, todo se puede hacer, cualquier acto de ilegalidad, siempre y cuando no se dé a conocer, esta es la interpretación de su desafortunada declaración cuando sin ápice de inteligencia salió a defender al alcalde Jorge Salum por haber apoyado a Minka Hernández cometiendo delitos electorales. A Jorge Salum el cargo de alcalde le está acabando completamente su carrera política de una manera por demás desastrosa.

El aispurismo controla las candidaturas del PAN y del PRD. Esta elección sin duda es una evaluación para el gobernador del estado y se verá qué calificación le pone el pueblo, sobre todo con sus candidatos más cercanos, Javier Castrellón Garza y Londres Botello.

Francisco Londres Botello Castro, uno de los regidores panistas señalado por el alcalde Jorge Salum por tener nexos con grupos delincuenciales ahora será candidato a diputado por el distrito local III, representando al PRD.