Miguel Inclán

De la redacción de razacero.

Miguel Inclán Delgado o simplemente Miguel Inclán, fue un actor mexicano recordado por sus excelentes interpretaciones en papeles secundarios o de reparto. Es considerado uno de los villanos por excelencia en la Época de Oro del Cine Mexicano.

Nació en la Ciudad de México el 12 de diciembre de 1897, hijo de María de Jesús Delgado y Miguel Inclán García, quien dirigía una compañía de teatro itinerante. Miguel debutó como actor en la compañía de su padre siendo muy niño, ahí escribió y dirigió proyectos para después actuar en compañías de revista antes de interesarse en la carpa, cuando ésta comenzaba a hacerse popular en los barrios de la Ciudad de México con actores cómicos como Jesús Martínez “Palillo” y Mario Moreno “Cantinflas”.

Miguel Inclán debutó en el cine en 1938 con la película “Nobleza ranchera” y después trabajó en “El cementerio de las águilas” (1939), junto a Jorge Negrete.

Sus primeros años en la industria cinematográfica transcurrieron con pequeños papeles que no permitían el total lucimiento de su capacidad actoral, como en los filmes “Los de abajo” y “El Charro Negro”, ambas de 1940; “Ni sangre ni arena”, “Cuando los Hijos se van” y “¡Ay Jalisco, no te rajes!”, en 1941; y “Doña Bárbara”, al lado de María Félix, en 1943.

En 1944, Emilio “El Indio” Fernández le dio un papel en la cinta “María Candelaria”, con Pedro Armendáriz y Dolores del Río, en esta se convierte en el villano que les hacía la vida imposible a los protagonistas, siendo quizá su primer papel por el que se hace odiar masivamente. Esta película fue ganadora del Grand Prix del Festival de Cannes en 1946 y también recibió un reconocimiento a la Mejor Cinematografía para Gabriel Figueroa en el mismo festival. Este filme ocupa el lugar 37 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada por la revista Somos en julio de 1994.

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En 1947 Miguel Inclán participó en la producción hollywoodense “The Fugitive”, junto a Henry Fonda, y ese mismo año logra su consagración total como actor y como uno de los villanos más odiados en la historia del cine mexicano con su participación en la exitosa cinta “Nosotros los pobres”, en la que da vida a Don Pilar, el padrastro mariguano de “La Chorreada”, interpretada por Blanca Estela Pavón, y enemigo de “Pepe El Toro”, personificado por Pedro Infante. La escena en la que Don Pilar le propina una salvaje golpiza a la madre inválida de “Pepe El Toro”, protagonizada por María Gentil Arcos, sigue indignando a los cinéfilos. Después de esta película, para mitigar el impacto de su odiado personaje participó en “Maclovia”, en 1948, interpretando al “Tata Macario”, compartiendo créditos con dos de las mujeres más hermosas de la época: María Félix y Columba Domínguez, y “Salón México”, en 1949, donde interpretó al honesto policía de barrio “Lupe López”, eterno enamorado de la prostituta Meche, interpretada por Marga López.

Luego de Salón México, Miguel Inclán regresa con sus villanías personificando a “El Rengo”, asesino a sueldo y guardaespaldas de “La Madame” (Andrea Palma), quienes hacían sufrir a Elena (Ninón Sevilla) en Aventurera (1949), máxima cinta del Cine de Rumberas, dirigida por Alberto Goud.

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En 1950, Inclán vuelve a tocar la gloria del éxito y la fama internacional al ser contratado por el genial director español Luis Buñuel para realizar una de sus interpretaciones más memorables: el resentido y libidinoso ciego “Don Carmelo”, en la icónica cinta “Los Olvidados”, declarada Memoria del Mundo por la UNESCO y ganadora del prestigiado Festival de Cannes en 1951.

Su última aparición en cine fue en la cinta “Enemigos”, de 1955, con Fernando Casanova y Agustín de Anda; ese mismo año fue nombrado delegado nacional de la ANDA en Tijuana, Baja California, ciudad en la que funda junto con su esposa Enriqueta Reza una academia de capacitación artística, y es ahí donde muere víctima de un infarto el 25 de julio de 1956. En los diarios sensacionalistas se dijo que Inclán había sido asesinado, pues en sus últimos días había discutido con los dueños de los cabarets de Tijuana porque no estaba de acuerdo con los espectáculos vulgares que presentaban.

Pese a sus inigualables y destacadas actuaciones en los filmes históricos “María Candelaria”, “Nosotros los pobres”, “Salón México” y “Los Olvidados”, Miguel Inclán nunca recibió ningún premio, pero su legado como uno de los más grandes actores del cine mexicano sigue vigente hasta nuestros días.