Homosexualidad, tercera edad y soledad

“Vivimos libres, sin papeles, que importa si no nos entienden. Cuando se quiere hasta la médula, ser pareja no es cuestión de ley. Nos aburriremos juntos”, Lucía Méndez.

Ser adulto mayor en nuestro país es difícil y si eres gay lo es aún más. Un estudio realizado el año pasado y publicado por la revista “Psicología de la orientación sexual y diversidad de género” mostró que cada vez más jóvenes “salen del closet” entre las edades de los 13 a los 18 años. De acuerdo a esta encuesta, en el 66% de los casos lo sabe la mamá y en el 46% lo sabe el papá. Y mientras EU revierte la política anterior de Trump en cuanto al derecho a la salud que tienen las personas LGBTTTIQ, en nuestro país se les olvida este importante sector a las autoridades y en estas campañas políticas llenas como nunca antes de merolicos, abusadores, artistas del espectáculo, futbolistas, luchadores y hasta la hija de un violador serial (que ya sabes bien quién lo protege, solapa y apoya), solo se han dedicado a descalificar al adversario, y si no hubo propuestas serías a nivel general menos ninguno de ellos volteó a ver a las personas de la comunidad LGBTTTIQ y mucho menos a los adultos mayores. A los candidatos que buscan un lugar en el Congreso y que algunos son “caras nuevas” los ves felices agradeciendo en lugares de comida o invitando a algún festival, etc. Pero ninguno de ellos o ellas han presentado propuestas serías, porque están más interesados en promocionar su imagen y lucir bien en la foto con bastante fotoshop o botox.

Lamentablemente, en la actualidad ya se considera viejo a una persona que tiene más de 35 años y dentro de la comunidad LGBTTTIQ parecería que es un pecado, y sufren además una grave discriminación por parte de organizaciones civiles. A esta generación se le identifica como “la generación del silencio”, por la soledad en que viven. Aunque nuestro país ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con el mayor índice de homofobia, transfobia y bifobia los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil tienen a este sector prácticamente en el olvido.

La soledad es una circunstancia que se puede dar a cualquier edad, pero empeora al pasar los años, seas o no seas gay. Muchos se alejan de sus familiares y muchos de ellos o ellas no tienen una relación estable, y si no la tuvieron en su juventud, ahora a la edad madura ya son “viejos”; por lo tanto, se les complica tener una relación. Por esta razón, mucha gente gay decide hacer familia con amigos y unirse para vivir juntos y no vivir ni experimentar la soledad, porque aparte de sufrir de una carencia afectiva sufren también de una triple discriminación: primero por la edad, luego por su género y, sobre todo, por el estatus social.

La comunidad gay lleva colgado el estereotipo de que solo la gente joven tiene derechos y la gente adulta solo tiene obligaciones. Es necesario tener en cuenta las necesidades y problemas de socialización y visibilización que tienen estas personas ya que los jóvenes están más integrados a la sociedad.

En nuestro estado este sector está totalmente olvidado por el gobierno, a esto le agregamos que por la edad es muy complicado, por no decir imposible, que consigan un empleo formal; por lo tanto, muchos de ellos no cuentan con seguridad social ni con una pensión porque no hay políticas públicas pensadas, organizadas y dirigidas a este sector. Por lo anterior, es importante realizar campañas de socialización y los siguientes puntos forman parte de la propuesta que se hizo al sector salud de nuestra capital:

Si deseas mayor información y conocer mi propuesta sobre este sector de la “generación del silencio”, búscame en mis redes como Manolo Valdez.