El desquiciado de Palacio Nacional

La pandemia sigue y mientras a nuestro país está entrando ya la tercera ola de contagios con la variante Delta, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, continúa su feroz persecución en contra de ciudadanos y periodistas que lo critican en las redes sociales y en los medios de comunicación. Así, en medio de esta vorágine de ingobernabilidad que vivimos a nivel nacional, el primer mandatario de la nación tiene como prioridad protagonizar en un espacio de sus propagandísticas conferencias mañaneras la sección denominada “Quién es quién en las mentiras”, en la que, a diestra y siniestra, exhibe a quienes según su parecer mienten y no son objetivos en las críticas que le hacen, sobre todo en las redes sociales, con tan mala suerte que a un par de semanas de iniciado este detestable ejercicio el periodista Carlos Loret de Mola le restregó en la cara un video más de otro de sus hermanos, Martín, recibiendo una fuerte cantidad de dinero de manos de David León Romero, sí, el mismo que hace unos meses apareció en un par de videos entregando dinero a Pío López Obrador en bolsas de papel.

Video muestra a otro hermano de López Obrador recibiendo dinero de David  León

Pío López Obrador: Varios vídeos muestran a un hermano de López Obrador  recibiendo dinero para campañas electorales | EL PAÍS México

En este contexto de impunidad practicada por el presidente López Obrador y sus consanguíneos, ya se cumplieron más de dos meses de la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, acaecida el pasado 3 de mayo en la estación Olivos, sin que hasta el momento haya ningún indiciado por la muerte de 26 personas, aunque el peritaje realizado por la empresa noruega DNV haya determinado que el colapso del tramo fatídico se debió a fallas estructurales, hecho que señala la responsabilidad directa de quienes construyeron dicha línea: el ex jefe de gobierno de la Ciudad de México y actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, y el constructor, el magnate Carlos Slim.

Otros personajes que de ninguna manera deben quedar al margen de este trágico suceso son la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y la ex directora del Metro, Florencia Serranía, quienes con su negligencia omitieron darle mantenimiento y vigilancia a la Línea 12. 

Todo parece indicar que estos poderosos protagonistas jamás serán llevados ante la justicia, simple y sencillamente porque ostentan el poder político unos y el poder económico otros, amén de gozar de la protección absoluta del presidente López Obrador.

Por lo pronto, nos encaminamos a los primeros tres años de gobierno lopezobradorista con más resultados negativos que positivos, resultados que por desgracia han ocasionado la muerte de miles de ciudadanos: más de 300 mil fallecidos por Covid19, 85 mil homicidios dolosos y miles de decesos de pacientes enfermos de cáncer que no recibieron sus tratamientos por la ineptitud criminal del gobierno de la “cuarta transformación”.

Este ya es, sin duda alguna, el sexenio más sangriento y corrupto en la historia de México, estelarizado por un mandatario desquiciado que buena parte de su tiempo se la ha pasado atacando al periodista Carlos Loret de Mola y al periódico Reforma en sus conferencias mañaneras, en lugar de preocuparse y ocuparse en resolver los graves problemas que aquejan a la mayoría de la población, problemas que nos han llevado a una peligrosa ingobernabilidad que en lo que va de este sexenio negro ha arrojado, además del saldo antes citado, los asesinatos de 68 activistas defensores de derechos humanos y ambientalistas, y 43 periodistas, cifras inéditas en nuestra nación.

No se necesita ser muy conocedor en cuestiones políticas para llegar a la conclusión de que los discursos pronunciados por Andrés Manuel López Obrador durante su larguísima campaña hoy chocan dramáticamente con las pésimas cuentas que nos está entregando este político demagogo que llegó al poder exhibiendo inmediatamente su ignorancia e improvisación, así como la carencia total de un plan para gobernar que no fuera el de sus ocurrencias y venganzas cotidianas.

Andrés Manuel López Obrador, un mandatario desprestigiado que se ha dedicado a denostar a ciudadanos y periodistas críticos en lugar de resolver los graves problemas que tenemos como la inseguridad, el desabasto de medicamentos, la pobreza extrema y la corrupción sin freno de su gobierno.

México y los mexicanos, por supuesto, somos muy superiores a lo que tristemente está proyectando el lopezobradorismo, muy influenciado por el populismo ramplón de la década de los setentas y por el socialismo disléxico practicado en algunos países latinoamericanos, en donde las élites políticas en lugar de repartir la riqueza han repartido la miseria entre sus pueblos, apoderándose de enormes fortunas. Un ejemplo de esto lo estamos atestiguando con los pueblos hermanos de Cuba y Venezuela, sometidos durante las últimas décadas por dictaduras “socialista” y populista, respectivamente, que comenzaron de manera muy similar al lopezobradorismo, prometiendo bienestar para todos y, de manera gradual, coartando las principales libertades civiles y económicas para terminar imponiendo programas sociales obsoletos que poco o nada ayudan a la ciudadanía, mientras la clase política vive en una insultante opulencia.

Qué pasa en Cuba y Haití? - The New York Times
Miles de cubanos han salido a las calles de la isla para protestar enérgicamente exigiendo libertad, en medio de la crisis humanitaria y sanitaria que padecen por la ineficacia del gobierno “socialista”. A pesar de la represión militar, la dictadura castrista parece estar llegando a su fin.

Ningún régimen, ni de derecha ni de izquierda, ha demostrado ser mejor que el otro, pues las jerarquías económicas y políticas siempre han colocado por delante sus intereses y sus voracidades por encima de los intereses de los pueblos, por lo que la única tarea que debemos tener es la de contener en la medida de lo posible los embates de estas huestes para evitar que nos aplasten y nos despojen de todo.