Disforia de género ¿Qué es?

Luci Roe Angel Miranda. 

Se refiere a la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o de las características físicas relacionadas a él, con las cuales no se identifican ni sienten como propias y que les causa un malestar significativo. Las personas transgénero y no binarias pueden experimentar disforia de género en algún momento de sus vidas, pero no todas se ven afectadas, algunas se sienten a gusto con sus cuerpos, ya sea con intervención médica o sin ella.

«Disforia» es el antónimo de «euforia» y se define como un estado de ánimo depresivo o sentimiento de malestar y descontento. Esta palabra data del año 1848 y se conforma por la conjunción de dys: mal o negación, phoros: cargar, llevar o soportar, y el sufijo ia: cualidad. Etimológicamente significa: “cualidad de soportar un malestar con dificultad”, en este caso el malestar de no coincidir con el sexo de nacimiento.

Síntomas

La disforia de género puede hacer que las personas en cualquier rango de edad experimenten lo siguiente:

• Una marcada diferencia entre su identidad de género interna y el sexo asignado al nacer, que dura al menos seis meses.

• Inconformidad con las características sexuales primarias o secundarias de su sexo biológico.

• Un gran deseo de deshacerse de dichas características sexuales, o un deseo de prevenir el desarrollo de características sexuales secundarias.

• Querer tener las características sexuales primarias o secundarias del otro sexo.

• Sentirse más cómodas siendo del sexo opuesto o de un género alternativo diferente al sexo de nacimiento.

• Un gran anhelo por ser tratadas como del sexo opuesto o un género alternativo diferente a su sexo biológico.

• Deterioro significativo en áreas sociales, ocupacionales u otras áreas de funcionamiento debido a este malestar.

La disforia de género puede comenzar desde la infancia y continuar en la adolescencia y edad adulta, o bien, es posible que se atraviesen períodos en los que ya no se experimente, seguidos de recurrencias en diferentes etapas. También puede experimentarse en la pubertad o mas tarde en la vida.

¿Se considera una enfermedad mental?

Anteriormente era catalogada como trastorno de identidad de género en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, por sus siglas en inglés), cambió a disforia de género en 2013 para enfocarse en la incomodidad como problema más que en la identidad, y así evitar la estigmatización hacia las personas transgénero. En esta reclasificación también se aclara que la disforia de género no constituye una enfermedad mental en sí misma, sino que su elemento crítico es la presencia de malestar clínicamente significativo asociado a la condición del sexo biológico de la persona. Así mismo la OMS la ha descartado como un trastorno psiquiátrico y está clasificada como una condición relacionada con la salud sexual en la CIE-11 CM (Clasificación Internacional y Estadística de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, por sus siglas en ingles)

¿Por qué es relevante hoy en día? 

La disforia de género puede afectar muchos aspectos de la vida, ya que a menudo interfiere en actividades diarias de las personas que la padecen, tales como ir a la escuela o al trabajo y que se les exija el uso de un uniforme relacionado con su sexo biológico. El acoso o bullying en estos lugares, en las calles o en el transporte público suele ser recurrente, debido a que la sociedad espera que nos vistamos y comportemos como el estereotipo cultural de nuestro sexo biológico, ignorando la diversidad de personalidades, identidades y géneros.

LA CHICA DANESA: "Aprender a encontrarnos en la diversidad" |

La disforia de género también puede convertirse en un serio factor de riesgo que podría llevar a la depresión, autolesión, trastornos alimenticios, abuso de sustancias y, en casos más graves, al suicidio, por lo tanto es importante reconocer su existencia en personas transgénero y no binarias, así como difundir información al respecto para identificarla en edades más tempranas, y en el caso de personas profesionales en el campo de la psicología, medicina y psiquiatría, estar actualizadas y saber tratar a pacientes con esta condición para ayudarles de forma oportuna, ya sea que decidan someterse a una intervención quirúrgica para adecuar su sexo biológico a su identidad de género o decidan implementar otras estrategias que les hagan sentirse mejor con sus propios cuerpos.