Aispuro sepultó al PAN en Durango

La Reflexiva

Un estado en quiebra, endeudado, sin empleo, en franca decadencia, con las calles sucias, tristes y abandonadas, con alarmantes cifras de suicidio. Dicen que los pueblos son un reflejo de su gente, y así parece ser, los ciudadanos de Durango han perdido rumbo, se encuentran abandonados, tristes, pobres y en la desesperanza… en la más devastadora desesperanza, con una clase gobernante que poco o nada sabe de la realidad, del día a día de la que debiera ser su gente.

Un retrato dice más que mil palabras, solo basta ver la cara de gozo y alegría de los diputados que integran esta nueva legislatura para darse cuenta que para nada entienden la gran responsabilidad que ostentan, ni tampoco los que salieron.

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Con 5 años encabezando la administración más corrupta en la historia de Durango, José Aispuro Torres ha sepultado al PAN, para siempre, en Durango.

En un momento de duelo nacional, donde miles han muerto por el fatídico virus COVID19, donde se han perdido miles de empleos, donde la gente de a pie reza para no enfermarse, para alcanzar a comer en la quincena y estiran su raquítico salario, donde hemos visto como muchos profesionistas integran ventas por catálogo o comida a sus actividades solo para completar, donde ya nos invadieron muchas vialidades los limpiaparabrisas y se pelean la zona los pepenadores de basura, sí, en este critico momento, los diputados del Congreso de Durango de la legislatura saliente volvieron a mostrar su podredumbre en su último día en funciones y autorizaron al gobernador corrupto Aispuro adquirir un préstamo impensable para la mayoría de nosotros: la increíble suma de 7 mil 200 millones de pesos.

De verdad ¿qué clase de gente son? Dirían los viejos, no tienen corazón, hipotecan el futuro de los duranguenses con la mano en la cintura, solo para llevarse una buena tajada ellos, pero la mayoría de los que salen y los que integran esta nueva legislatura querrán estar en las boletas electorales y recordemos sus caras y su poca sensibilidad y dignidad al venderse ellos y endeudar de manera histórica a todo un pueblo.

Del gobernador ni hablamos, este atroz movimiento cierra un sexenio plagado de irregularidades administrativas. Seguro mucho de ese dinero irá a parar a la próxima campaña electoral y a sus bolsillos. Este movimiento será el epígrafe de un nefasto sexenio. 

Otro de los estragos de la pandemia es la poca vergüenza y falta de resultados en muchos de los ayuntamientos de Durango, donde los famosos informes virtuales estuvieron plagados de obras inexistentes, palabrería y proyectos por demás simplones, donde las verdaderas necesidades de los ciudadanos quedaron relegadas y fueron pasadas por alto ante los caprichos de los alcaldes. Por cierto, todo este texto también le queda al gobernador, que esperamos con este prestamote termine su puente que será el monumento más caro y caprichoso de su sexenio, una obra inútil, si es que la termina, para recordar su paso por la silla. 

No muestra seriedad, madurez personal ni liderazgo el alcalde Jorge Salum, un presidente municipal que ha dejado que su gente haga lo que le venga en gana. Ya son varios los desatinos, el último el del director de Servicios Públicos municipales, quien amenazó con arma de fuego a una familia, y el alcalde como siempre, con mano blanda ante estos “detalles” de su gente. No me lo quiero imaginar de gobernador, aunque se requiere de un verdadero milagro pues la mayoría de la gente se expresa de manera negativa de la actual administración, tanto municipal como estatal. 

Se nota que la política sigue siendo el negocio más lucrativo en México, donde en pocos años, 3 o 6, se logra un patrimonio inimaginable para la mayoría de los mexicanos o que para una minoría toma generaciones de trabajo lograrlo, solo basta ver cómo quedó la actual legislatura del estado, donde tenemos de vuelta a varios personajes que solo brincan de puesto en puesto sin soltar el hueso y que poco o nada han hecho por los duranguenses pues han sido cómplices y protagonistas de la corrupción en sexenios anteriores. ¿Qué podemos esperar de estos personajes? Más de lo mismo sin duda. Enrique Benítez, el mayor negociador para su conveniencia personal únicamente; Ricardo López, quien ha prometido y no ha cumplido en ninguno de sus encargos; Ricardo Pacheco, una vida mamando del presupuesto sin trabajar; Gabriela Hernández, en el apellido lleva la carga, y así pudiéramos seguir. Y en lo federal ni se diga: los eternos Ismael Hernández y Yolanda de la Torre, caras muy vistas sin resultados reales, solo un enriquecimiento personal, familiar y de camarillas a perpetuidad. 

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Los mismos personajes que han ostentado el poder para beneficiarse a sí mismos continuarán gozando de privilegios a costillas de la ciudadanía duranguense.

El PAN ha venido de falla en falla y una de las más graves es el pésimo manejo de crisis, estas le estallan y ya cuando operan la mayoría de las veces es demasiado tarde. Otro de los grandes desatinos de este  sexenio es la comunicación social, misma que ha sido menospreciada desde el inicio del sexenio de Aispuro Torres, quien le apostó por desmantelar áreas completas y centralizar, dando como resultado un sexenio sin  posicionamiento y con estrategias absurdas, sino basta ver la imagen de este quinto informe y la estrategia para socializarlo: “PUROS LOGROS”, ¿de verdad? Sí que son unos genios. Y el perifoneo en camionetas, muy del siglo pasado. 

Con todo esto en contra, una sociedad molesta, empobrecida y desgastada el PAN necesita de una alianza perfecta en la que sin duda será un lastre para el partido con quien pacte una alianza, en la que seguro lo que aportará son billetes, porque simpatías no. 

Ante este panorama gris, todo apunta a que “El Güero” corrupto ya negoció su salida y de paso la salida del PAN, para siempre, de Durango.