Castigar a las mujeres

El aborto ha puesto contra la pared a AMLO

Manuel Díaz.

Hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó por unanimidad inconstitucional prohibir el castigo penal en contra de las mujeres que aborten, dicho fallo establece un criterio obligatorio para todo el país.

Estamos hablando de que en la CDMX, entre 2007 y 2021, de forma legal se realizaron 237 mil 643 interrupciones legales de embarazo. Si consideramos las intervenciones que se han realizado a nivel nacional, en entidades donde no se considera legal la interrupción, no tendríamos cárceles suficientes para ingresar a las mujeres que, por la razón que haya sido, tomaron esa decisión.

Hasta antes del fallo, solo cuatro estados permitían la interrupción legal del embarazo: la CDMX, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz, estados en los que, según la ley de plazos, se permite la interrupción legal antes de las 12 primeras semanas de gestación. Después de ese tiempo existen algunos supuestos como peligro para la vida de la madre o malformaciones en el feto, entre otros.

Morena va en contra

Cuando se llevó el tema a debate en los congresos locales, hubo una constante: los legisladores de Morena votaron en contra de manera mayoritaria junto con sus archienemigos conservadores del PAN; esta posición, en la mayoría de los casos, detuvo la aprobación de la despenalización del aborto.

El debate en torno al tema no es nuevo y la posición de Morena se entiende por una simple y llana razón: son fieles y sumisos a la voluntad de una sola persona: AMLO. El presidente siempre ha manifestado su negativa en este tema tan importante para el desarrollo, salud y libre determinación de la mujer sobre su cuerpo.

El aborto ha puesto contra la pared al presidente, que se distingue por su conservadurismo y porque prefiere evitar la confrontación frente a millones de mujeres y hombres liberales y quedar exhibido como lo que es, un conservador de clóset que desde que llegó al gobierno ha pretendido abstenerse y no pronunciarse al respecto.

La mujer, como la escopeta, cargada y en su casa

Hasta ahora, AMLO ha eludido pronunciarse porque desde su moral conservadora el lugar de la mujer está en su casa, cuidando niños, sin poder de decidir libremente sobre su cuerpo.

AMLO, desde el inicio de su mandato, ha reprimido y cuestionado el movimiento feminista, ha ignorado las demandas de las mujeres e impulsado políticas públicas en contra del desarrollo integral de la mujer.

En lo que toca al aborto, particularmente, el compañero presidente ha mostrado sus cartas. 

Al principio, cuando tomaba mucho más empuje el tema de la despenalización, AMLO, fiel a su estilo de gobernar, mandó un mensaje para congelar la discusión:

“Yo creo que no debemos de abrir esos debates, vamos a serenar el país. Hay que procurar que se vaya resolviendo de la mejor manera posible, tenemos casos importantísimos. Yo creo que, si sumamos todos nuestros esfuerzos, imaginación, talento y trabajo para desterrar la corrupción, va a ser una hazaña de todos los mexicanos; yo convoco a eso, primero limpiemos de corrupción al régimen y luego vamos viendo entre todos otros asuntos”. AMLO.

Vale la pena recordar que en enero de 2020 la despenalización del aborto en Argentina abrió la puerta al debate en México. 

Luego de su despenalización en ese país, organizaciones, activistas y colectivos hicieron el llamado para que México hiciera lo propio y abriera el debate sobre el tema. Sin embargo, prevaleció la actitud ambigua del jefe del Ejecutivo, y a pesar de que una buena parte de militantes y legisladoras de Morena se pronunciaron a favor de la despenalización del aborto, AMLO optó por una estrategia para imponer sus criterios misóginos, machistas y conservadores: recurrió a la farsa de proponer una consulta ciudadana:

“Es una decisión de las mujeres, mi postura es que, en estos temas donde hay puntos de vista a favor y en contra, porque así es la democracia, no hay un pensamiento único, lo mejor es consultar a los ciudadanos, en este caso, repito, a las mujeres, y hay mecanismos para poder solicitar una consulta”. AMLO.

Hoy, la Corte, con Magistrados a los que AMLO acusa de corruptos por no obedecer y someterse ante él, con su resolución dieron una lección de justicia, seguridad y legalidad al fallar en favor de la despenalización del aborto.

Así lo señala el Ministro Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN: con la resolución de la Corte “se inicia una nueva ruta de libertad, de claridad, de dignidad y de respeto a todas las personas gestantes, pero sobre todo a las mujeres”.

“Es un paso más en la lucha histórica por su igualdad, por su dignidad y por el pleno ejercicio de sus derechos “.

Ante la contundencia de la SCJN, AMLO se mantiene ausente de la discusión, pero promueve, por su necesidad de polarizar e intentar que las cosas no sucedan en contra de su pensamiento y de sus criterios personales: “Esta es una decisión del Poder Judicial, de la Suprema Corte que fue prácticamente unánime que debe de respetarse, que no debemos nosotros, en mi caso, tomar partido porque hay posturas encontradas”.

Lo que pasa en realidad es que AMLO ya no puede tomar posición o tratar de revertir la contundente decisión de la Corte.

El tema es delicado, se presta a grandes e interminables debates, pero al final se trata del respeto a la libertad de la mujer de decidir sobre su cuerpo y sobre su vida, juzgarlo desde una posición personal no es válido, es como un vegano que juzga a quien decide consumir carne.

No se toma partido, se trata de ver si se penaliza a la mujer, se le exhibe, apedrea, juzga, golpea, ahoga o la locura que se crea, o se generan políticas de mejor educación sexual y prevención.

(sdpnoticias.com).