Marina Vitela

El futuro incierto de Durango, nada para nadie.

El año negro de Aispuro.

La Reflexiva.

La Ley de Murphy

“Si algo puede salir mal, saldrá mal”.

Durango vive semanas plagadas de especulaciones, circulan fotos con diferentes actores políticos, todas hechas para generar opinión pública, para mandar mensajes de unidad, de posibles alianzas y fortalezas, nos realizan  llamadas telefónicas para preguntarnos si conocemos a Manuel Espino, si sabemos el trabajo de Jorge Salum o si conocemos las obras en materia de salud que gestionó el Dr. José Ramón Enríquez, así avanzan los días para los que están en ese ambiente. Semanas de tensión para el ciudadano común y semanas de desilusión cuando la interrogante que impera es: ¿Qué de verdad no hay más opciones?

El Partido Acción Nacional mantiene la operatividad en la capital del estado o al menos eso dicen ellos, por años ha sido la tendencia y el que sean gobierno a su parecer les da mano en la designación del candidato a gobernador. El PRI cuenta con perfiles conocidos, que esto no significa que vayan a ser votados, pero al menos no traen el desgaste que significa haber gobernado el estado y la capital con muy escasos o nulos resultados; con estos antecedentes y un PRD que no aporta nada, se sientan las bases para una alianza desesperada. El desencanto de la población ya es palpable y es en general con la clase política. 

Este último año ha sido el peor del sexenio de Aispuro Torres, pues ha quedado en evidencia su corrupción y total falta de capacidad para gobernar.

En las últimas décadas, en Durango la sucesión gubernamental estaba prevista, no había grandes sorpresas. La primera gran salida del PRI, Máximo Gámiz Parral, quien se va como candidato del PRD en una época en la que la movilización y militantes del PRI eran una maquinaria infalible y bien aceitada, no causó sorpresas. Ángel Sergio Guerrero Mier gobernó en un tiempo cambiante cuando llegó el PAN a la presidencia de la Republica y se modificaron las formas de gobernar, pues el PRI se queda sin cabeza a nivel nacional; posteriormente, llega Ismael Hernández Deras, marcando una época política, con él las formas y los actores se renovaron, dejando así a su sucesor Jorge Herrera Caldera, todos manteniendo las formas, no hablar mal de su antecesor y exiliarse de la vida política del estado por 6 años. La ruptura llega con José Rosas Aispuro Torres, quien con un mensaje duro, de señalamientos, accede al poder ante una capital expectante. Al fin el PAN gobierna e inicia un sexenio más que azul, gris, marcado por la nula obra pública, el manejo deficiente de la pandemia de COVID 19, la falta de recursos, crisis económica y corrupción evidente.

Sin embargo, este último año está resultando negro para el gobernador Aispuro, pues es obvio que se le ha salido de las manos la operación política de su gabinete. El golpeteo viene desde el interior y se ve a todas luces la mediocridad y corrupción que imperó en su sexenio. El descontento social es palpable, mientras otros gobernadores dedican el último año a inaugurar varias obras y hacer giras y recorridos en municipios para posicionar a su sucesor, este gobernador se ha dedicado a hacer eventos chafas, baratos, y la magna obra que es el puente Francisco Villa parece interminable, pero la placa para evidenciar que fue en su sexenio ya está puesta, no vaya a ser que no se termine de construir; los cobros a secretaria de Finanzas salen ya a la luz pública y desde diferentes sectores proveedores hacen rondas a ver si este lunes es el bueno. Esta secretaria está tan señalada que ya hasta los secretarios de SEBISED y Educación lo han externado. 

Marina Vitela Rodríguez, alcaldesa de Gómez Palacio, en las últimas semanas ha tenido demasiado acercamiento con personeros corruptos del gobierno aispurista.

Así es que para la Alianza PAN-PRI-PRD el principal lastre es el gobernador Aispuro Torres, pues en vez de sumar le resta votos. Ante esta realidad, los nombres se siguen barajeando: Héctor Arreola levantó la mano y en los últimos días hasta Leticia Herrera

Esteban Villegas presiona a la posible alianza con una foto coqueta con el líder del Partido Verde, Manuel Velasco, mientras que en las redes filtran una dupla Javier Castrellón y Gabriela Hernández. Son tan variadas las opciones como desilusionantes, que lo único verdadero es la crisis política interna en el gobierno del estado, la desilusión  del pueblo y la falta de unidad política aunque en las fotos se vea lo contrario. Ya atestiguaremos en las próximas semanas el éxodo de militantes cuando se defina el candidato y no sea el que esperaban. La ruptura política será evidente.

Mientras tanto, MORENA ya aprovecha la ventaja de tener los programas sociales federales a su disposición, ganan terreno mientras los otros partidos no llegan a un acuerdo. 

Los trabajadores del municipio de Durango le cuentan los días al alcalde y sus allegados, pues aseguran que son por demás prepotentes e ineficientes.

Así las cosas en la capital, mientras que en La Laguna duranguense la alcaldesa Marina Vitela se ve favorecida con varias visitas presidenciales y personeros corruptos del gobierno aispurista, mensajes y señales políticas a tomar en cuenta en esta carrera por la gubernatura que estamos presenciando ya.