Aispuro, un gobernador delincuente. La denuncia de Jorge Campos Murillo
Erick Miranda Gamboa.
El pasado 19 de febrero, el ex subsecretario de Movilidad y Transporte del gobierno del estado de Durango, José Jorge Campos Murillo, terminó de evidenciar la corrupción extrema que ha practicado y protegido el mandatario panista José Aispuro Torres. A las 21:42, el ex alto funcionario de la secretaría General de Gobierno aispurista publicó en su página de la red social Facebook un amplio texto en el que dio a conocer con lujo de detalles un informe que entregó al gobernador José Aispuro Torres sobre la comisión de graves actos ilegales por parte del ex titular de esta dependencia, Adrián Alanís Quiñones, del director de Transporte, Héctor Raúl Obregón Maa, y dos servidores públicos más, Edgar Miguel Gallegos Aguilar, Jefe del Departamento de Sistemas, y Angélica Martínez Romero, Jefa del Departamento de Transporte, quienes en contubernio habrían elaborado Concesiones y entregado placas de taxis y tarjetas de circulación “sin cumplir con los requisitos que establece la Ley de la materia, procediendo a su venta ilegal en forma indiscriminada”.
En el texto que en su calidad de subsecretario de Movilidad y Transporte hizo llegar al gobernador Aispuro Torres, José Jorge Campos Murillo revela que el ex secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, ordenaba en forma verbal “al Director de Transportes, Lic. Raúl Héctor Obregón Maa, anteriormente al Subdirector de Transporte Región Laguna, Lic. Raúl Villegas, actualmente al Lic. Armando Ramírez Barley, quienes en dos días, sin cumplir con los requisitos de ley, elaboran paquetes de entre 100 y 150 juegos de placas procediendo a su venta ilegal”.
Al final de su informe, José Jorge Campos Murillo le solicita al gobernador Aispuro Torres:
“Primero: Audiencia para exponerle en síntesis las acciones positivas y negativas que se están realizando en la Subsecretaría de Movilidad y de Transporte. Segundo: Instrucciones al respecto, permiso para proceder a realizar la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Durango, la Contraloría General del Estado y la Fiscalía Anticorrupción, contra Héctor Raúl Obregón Maa, Edgar Miguel Gallegos Aguilar, Angélica Martínez Romero y quienes más resulten responsables. Tercero: C. Gobernador me urge que me reciba, yo no quiero cargar con responsabilidades ajenas, de otros servidores públicos superiores e inferiores, quiero mantener mi expediente de trabajo limpio como hasta el momento lo he hecho y no quiero ser víctima de desprestigio y desprecio por actos ajenos a mi voluntad. Atte. JJCM”.
Por supuesto, el gobernador duranguense inmoral hizo caso omiso del informe proporcionado por el ex subsecretario de Transporte, José Jorge Campos Murillo, y prefirió proteger a su ex secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, y a su pequeño grupo de subordinados corruptos.
En su texto publicado en Facebook, José Jorge Campos Murillo manifiesta también que el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres es un mentiroso pues luego de su triunfo electoral lo invitó a formar parte de su gobierno como Fiscal General, pero “nunca cumplió su compromiso y otras mentiras más, como las de no actuar legalmente contra los altos servidores públicos que se robaron exorbitantes cantidades de dinero del presupuesto perteneciente al sufrido pueblo de Durango”.
Finalmente, ambos funcionarios, José Jorge Campos Murillo y Adrián Alanís Quiñones renunciaron a sus cargos hacia finales de 2020.
La denuncia pública de José Jorge Campos Murillo expone delitos graves cometidos por el mismo gobernador José Aispuro Torres, pues en su carácter de mandatario tuvo conocimiento pleno de los actos ilícitos que estaban cometiendo sus subordinados y actuó como cómplice y encubridor de estos servidores públicos señalados en el informe del ex subsecretario de Movilidad y Transporte.
Los hechos en sí mismos exhiben al gobernador Aispuro Torres como un gobernador delincuente, protector de esos colaboradores corruptos que se enriquecieron vendiendo ilegalmente cientos, quizá miles, de concesiones y placas para taxis.
Lo increíble de esto es que han pasado ya más de tres días sin que los diputados del Congreso de Durango se manifiesten sobre este hecho que indudablemente afectó los intereses de la ciudadanía. Tampoco se sabe que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción haya iniciado alguna carpeta de investigación.
No por nada Durango, en el sexenio de José Rosas Aispuro Torres, de acuerdo a las estadísticas del INEGI ha ocupado durante los últimos dos años el primer lugar en corrupción a nivel nacional.
¿Habrá alguien en el gobierno federal lopezobradorista que investigue los saqueos que ha cometido este mandatario y su cartel de ladrones?