Y el tiempo pasa, el reloj corre y seguimos esperando eso…

Ezequiel García Torres.

Nos hemos enfrentado a la discriminación durante décadas por las burlas en las calles, en las escuelas y en los lugares de trabajo por el mero hecho de ser quiénes somos, por la simple razón de amar o expresarnos de una determinada forma o tener una determinada identidad; la violencia y la lgbtifobia existen e insistimos en esto porque precisamente las sentimos a diario en nuestra carne, la vemos en asesinatos, en discriminación y en agresiones que van más allá de los golpes físicos, porque no solo estos duelen: las personas trans por no ser reconocida su identidad; cuando se margina a un niño por verlo diferente; la vemos en chistes humillantes o cuando el deporte de élite sigue siendo vetado para las personas LGBTTTIQ y consecutivamente nos dan la espalda y le dan la espalda también a la realidad, actuando como si nada de esto sucediese, perpetuando la discriminación, más cuando no contamos con leyes que nos protejan.

Pretende borrarnos y borrar nuestra historia un sistema en conjunto que sigue siendo cobarde porque no hay matrimonio igualitario, no hay ley de identidad de género, no hay tipificación de los crímenes de odio; porque las personas trans no son atendidas en las instituciones de salud pública para recibir sus tratamientos, porque no eliminan las aberrantes clínicas de terapias de conversión; por lo tanto, prefieren no armonizar leyes para que no contemos con estos derechos.

Miles de problemáticas se suman por no tener trabajos dignos y no contar con refugios para personas LGBTTTIQ. Muchas cosas no se hablan, como las mutilaciones de bebés intersex. Vivimos en derechas pusilánimes  e izquierdas retrógradas.

Buscamos un desarrollo afectivo para que sea un principio constitucional, porque durante décadas muchos y muchas de nosotros hemos sido ciudadanos de segunda en este estado.

Fuerte presencia tiene la comunidad LGBTTTIQ en la vida política y social de Durango.

Existimos y no queremos privilegios, simplemente derechos, porque los que nos gobiernan sí han tenido privilegios de manejar impunemente la ley a su antojo porque no les afecta su vida ni sus privilegios estructurales. Se han burlado de los colectivos. De verdad que hay que ser muy mezquinos para solo pensar en ustedes, solo les recordamos que el recorte de libertad no es solo para unos, porque cuando retrocede el derecho para unos retroceden los derechos de todos los ciudadanos, entonces solo tenemos que normalizar la calidad de vida de todos los seres humanos.

Algunos creen que la homofobia y la transfobia solo están en nuestras cabezas y que nos victimizamos. Y más simple, se abstienen de hablar y canjean derechos a cambio de negociaciones.

Solo queda hacer una advertencia a los que alientan el odio: podrán negarnos nuestros derechos consecutivamente, pero estamos muy por encima de su moral; podrán negar la bandera arcoíris, pero no la podrán quitar de nuestras manos porque es nuestra identidad y los van a seguir señalando y van a seguir mintiendo, pero al final van a fracasar porque somos miles de personas las que no hemos bajado los brazos ni un solo momento, porque cada vez que mienten, que hacen circular el odio y que firman a favor de las terapias de conversión, porque cada vez que niegan los componentes de agresiones lgbtifobicas, porque cada vez que le quitan el derecho a los niños a ser educados en libertad porque somos un pueblo diverso, nos fortalecen.

Quizá dentro de unos años volveremos la vista atrás y algunos van a pasar a la historia como retrógradas que quisieron acabar con el avance de la libertad que nos ha costado mucho esfuerzo y me siento profundamente orgulloso de vivir en DURANGO luchando y seguiré sonriendo porque este siglo no les pertenece, es de las mujeres y los hombres libres. Y que no les quede duda que vamos a triunfar.

Gracias a nuestra familia LGBTTTIQ, les aprecio a todes, porque lo que nos hace diferentes son nuestros super poderes: cada día al salir de nuestras casas nos ponemos una capa imaginaria para seguir conquistando el mundo, porque el mundo no sería genial sin nosotros y nos merecemos experimentar el amor como el resto, sin sentir vergüenza y sin concesiones.

“MAS QUE UN MOMENTO, ORGULLO EN MOVIMIENTO”.

 

Ezequiel García Torres es un incansable activista social a favor de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ en Durango y actualmente es aspirante a regidor en la planilla del candidato del partido Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Durango, Martín Vivanco.