Las manzanas podridas de Esteban
Fernando Miranda Servín.
Hoy tomó posesión como gobernador de Durango el priista Esteban Alejandro Villegas Villarreal. Este político pertenece y es producto de “la mafia del poder” que impera en esta entidad norteña, esa élite de gobernantes cleptócratas que han amasado enormes fortunas saqueando el erario impunemente.
Esteban Villegas comienza su sexenio con el pie izquierdo, en parte por haber recibido una administración quebrada financieramente y totalmente saqueada por su antecesor, “El Sátrapa de Tamazula”, José Rosas Aispuro, y también por haber designado como integrantes de su gabinete a personajes verdaderamente impresentables, con graves antecedentes delictivos y señalados abiertamente como violadores de derechos humanos.
Una de ellos, Sonia Yadira de la Garza Fragoso, fue nombrada por el mandatario duranguense como Fiscal General de esta entidad, mismo cargo que ocupó en el sexenio del priista Jorge Herrera Caldera (2010-2016).
Entre los casos más sonados en los que estuvo involucrada esta “servidora pública” destaca el de la privación ilegal de la libertad que perpetró en contra de siete músicos de Santiago Papasquiaro, a los que mantuvo “arraigados” 45 días, tiempo durante el cual ordenó torturarlos para que se declararan culpables del secuestro y homicidio de las señoras Teresa Botello Contreras y María Isabel Mejorado Soto. A uno de los músicos torturados, Sonia Yadira de la Garza ordenó a sus agentes ministeriales que lo colgaran de lo más alto del edificio de la Fiscalía General con la amenaza de dejarlo caer si no se confesaba culpable de esos crímenes. Por estos hechos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos también intervino; sin embargo, los siete músicos fueron condenados y continúan en prisión (ver nota Fiscal torturadora recibe recomendación de la CEDH).
Otro jefe policíaco de negros recuerdos que hoy fue designado como titular de la secretaría de Seguridad Pública, es el exdirector de la policía municipal de Durango durante el trienio del exalcalde José Ramón Enríquez Herrera, Óscar Galván Villarreal, famoso por haberse dedicado a la fabricación de delincuentes y por su lastimoso y penoso papel al frente de esta dependencia.
Óscar Galván Villarreal terminó su gestión al frente de la dirección municipal de Seguridad Pública de Durango indiciado en la Entidad de Auditoría Superior del Estado por haber desfalcado a esa institución con más de 12 millones de pesos.
Durante el período en que Óscar Galván Villarreal se desempeñó como director de la policía municipal de Durango se incrementaron como nunca los robos a casas habitación, robos de vehículos y asaltos contra ciudadanos a las afueras de instituciones bancarias por parte de bandas pertenecientes a la delincuencia organizada. Con Óscar Galván al frente de la policía municipal de Durango, los ladrones inclusive se robaban los bustos de personajes históricos, instalados en las principales plazas de la ciudad y, en el colmo, la famosa estatua de La Dama del Cántaro, que por muchos años estuvo colocada en medio de La Fuente de las Ranas, en el céntrico parque Guadiana, también desapareció, queriendo Óscar Galván culpar de este delito a un delincuente menor que resultó ser un chivo expiatorio fabricado por el jefe policíaco de marras.
Y como si lo anterior no fuera preocupante, el mandatario Esteban Villegas Villarreal también designó hoy ni más ni menos que como secretario de Educación al conocido expresidiario priista Guillermo Adame Calderón, encarcelado en el sexenio del gobernador panista José Aispuro Torres por haber defraudado 17 millones de pesos al COBAED, cuando fue director de esta institución educativa durante el sexenio de Jorge Herrera Caldera.
El día de hoy, Esteban Villegas Villarreal le mostró al pueblo de Durango el elenco de su gobierno, que, en los hechos, es el mismo elenco del gobierno del exmandatario priista Jorge Herrera Caldera, en el que permeó la corrupción, el saqueo y la impunidad.
Así las cosas, se ve imposible que Durango salga de la grave situación en la que lo dejó hundido “El Sátrapa de Tamazula”, José Rosas Aispuro Torres, quien, en el extremo, también dejó algunas piezas clave incrustadas en el gabinete del cantante de música vernácula y médico que nunca ha ejercido su profesión.