Tarde de perros. Un gobernador jodido, la corcholata desobediente y el morenismo corrupto
- Un gobernador jodido.
- La corcholata desobediente.
- El morenismo corrupto al servicio del prianismo.
Solo bastaron dos meses para que el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, se posicionara como uno de los peores mandatarios de México.
Apenas en octubre, la prestigiada empresa encuestadora de alcance nacional, Mitofsky, publicó su sondeo mensual colocando al priista en el lugar 27 de 32, en el rubro de aprobación ciudadana.
Ahora, en noviembre, el “Médico Especialista C” cayó estrepitosamente al lugar 30, solo arriba de la gobernadora de Colima, Indira Vicayno, y del mandatario zacatecano David Monreal, quienes ocuparon los lugares 31 y 32, respectivamente, y pertenecen al partido Morena.
A como van las cosas, lo más probable es que en los próximos meses el exporro de la UJED ocupe permanentemente el último lugar en las encuestas nacionales de todas las empresas especializadas del país, pues en enero de 2023 está programado el pago obligatorio del Replaqueo vehicular en Durango, medida impopular que fue impuesta por el Congreso de esta entidad por instrucciones del gobernador priista Esteban Villegas con el único objetivo de recaudar recursos financieros para tapar el enorme boquete que dejó el exmandatario ladrón José Rosas Aispuro, quien, como se sabe, dejó en bancarrota total al gobierno estatal duranguense, del que sustrajo miles de millones de pesos para enriquecerse ilícitamente él, su familia y su séquito de bribones.
La impunidad que el actual gobernador priista corrupto le ha conferido al panista Aispuro Torres es otro de los factores que han hundido sus índices de aprobación, sin contar aún con el oprobio de estar protegiendo a los responsables de las trágicas muertes por meningitis que ya han cobrado la vida de 8 mujeres duranguenses.
Esta crisis sanitaria, derivada de la corrupción que impera en la secretaría de Salud estatal, y la pobre respuesta que su gobierno ha dado para castigar a los responsables, han evidenciado las graves limitaciones del exporro de la UJED, quien por incapacidad política y por los oscuros compromisos adquiridos para llegar al poder está impedido para gobernar y hacer efectivo el juramento que hizo ante el pueblo de Durango: el de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.
Y es que basta escuchar un par de minutos a este demagogo priista para darnos cuenta de que estamos frente a un personaje impreparado, ordinario e incapaz de tomar decisiones por sí mismo. Un gobernador jodido, pues.
Mientras esto sucede, este fin de semana el senador Ricardo Monreal Ávila realizó un acto masivo en la Arena México para presentar su Plan de Reconciliación Nacional e iniciar su carrera hacia la presidencia de la República. Ricardo Monreal manifiesta que nuestro país está muy polarizado y hace falta una reconciliación nacional.
La pedrada o bola rápida no puede ser más directa a la cabeza del beisbolista frustrado que habita en Palacio Nacional, pues desde sus “conferencias” mañaneras, atacando a diestra y siniestra a empresarios, periodistas y ciudadanos en general, se ha encargado de poner a pelear a los mexicanos, unos contra otros, y hoy más con el ingrediente de la marcha del próximo 27 de noviembre, que López Obrador va a encabezar en respuesta a la marcha masiva de la ciudadanía contra la reforma electoral que el tabasqueño pretende imponer.
Ricardo Monreal es la corcholata rebelde, la corcholata desobediente del mandatario izquierdista Andrés Manuel López Obrador, el que no ha querido sujetarse a las extrañas reglas u ocurrencias que practica el jerarca tropical para imponer a sus candidatos en el partido de su propiedad: Morena. Algo salió mal en la vieja relación política que han tenido este par de personajes, por lo que el antiguo cargamaletas de Andres Manuel decidió emprender el vuelo con sus propias alas.
Un factor que quizá no ayude mucho al senador Ricardo Monreal es el desatroso papel que está desempeñando su hermano David como gobernador de Zacatecas, un tanto por su marcada mediocridad y otro tanto por la violencia extrema que está practicando la delincuencia organizada en esta entidad, sin que el gobierno federal haga absolutamente nada para terminar con este conflicto.
Y hablando de morenistas, los de Durango no tienen par. Mucho se pelea el jefe mayor de este partido, Andrés Manuel López Obrador, con los prianistas, a quienes llama con rencor “conservadores” y fifís, ¿pero sabrá que en Durango los dirigentes de su partido Morena son fieles aliados del prianismo en eso de robar el erario y golpear los bolsillos de la ciudadanía?
Y cómo no si los principales dirigentes estatales de Morena en Durango ¡son priistas! Basta con googlear sus nombres para saber de inmediato el origen de estos pillos y las razones por las cuales están protegiendo de manera miserable los saqueos del exmandatario panista José Aispuro Torres y los futuros atracos del priista Esteban Villegas Villarreal.
La dirigencia de Morena en Durango pertenece a la mafiocracia que desde hace medio siglo ha venido empobreciendo a la tierra de Pancho Villa, por eso su presidenta del Comité Directivo Estatal, Lourdes García Garay; su secretario general, Otniel García Navarro; y su presidenta del Consejo Estatal, Marina Vitela, añejos priistas de hueso colorado, están calladitos ante el Replaqueo vehicular infame e ilegal impuesto por el priismo duranguense, cuando deberían estar defendiendo los intereses de sus electores, de esos electores que gracias a sus votos les hicieron ganar 20 alcaldías.
Por otro lado, pero sobre lo mismo, tampoco se ve a estos dirigentes “morenistas” exigir a sus 20 alcaldes que reclamen las participaciones federales que el exgobernador panista bribón José Aispuro Torres les robó a sus municipios y representan sumas millonarias altamente considerables.
Las inacciones de la dirigencia del partido Morena en Durango, así como la descarada inercia de sus alcaldes dejan al descubierto el contubernio sucio que tienen con “El Hombrecito de Tamazula”, José Rosas Aispuro, y con el exporro de la UJED, Esteban Villegas Villarreal; y, por supuesto, derrumban los mitos de la Cuarta Transformación que tanto enarbola el presidente morenista López Obrador, como el de su “honestidad valiente”, “primero los pobres” y “no mentir, no robar y no traicionar”.
A ver quién les cree sus cuentos chinos.
Nos vemos la próxima semana, apreciados lectores, en la siguiente Tarde de perros.
