Esteban Villegas, el gobernador de la ignominia
Fernando Miranda Servín.
Poco antes de las 16:30 horas del viernes 10 de febrero de este año 2023, los familiares de las 35 víctimas del genocidio de meningitis por corrupción comenzaron a llegar a la esquina de las avenidas Heroico Colegio Militar y 20 de Noviembre, en la ciudad de Durango. El dolor e indignación eran palpables.
Desde octubre del año pasado a la fecha este enorme grupo de ciudadanos ha perdido a 34 mujeres y un hombre, todos en plenitud de su vida, que tuvieron el infortunio de acudir por diversas causas a cuatro hospitales privados de esta ciudad para ser atendidos y salieron infectados de meningitis.
Las causas, se sabe, fueron la negligencia y corrupción extrema del anterior gobierno panista encabezado por el gobernador sátrapa José Rosas Aispuro y la complicidad del gobierno entrante que hoy dirige el priista Esteban Villegas Villarreal.
Hacia las 17:00 horas, más de quinientos ciudadanos solidarios, familiares y amigos de las víctimas y sobrevivientes de la fatídica meningitis comenzaron a marchar sobre la avenida 20 de Noviembre hacia la Plaza IV Centenario, gritando consignas, exigiendo justicia y pidiendo la presencia del gobernador priista Esteban Villegas Villarreal.
“¡¡Vamos a la Plaza IV Centenario, queremos que usted, señor gobernador, llegue ahí y nos de la cara. Queremos que nos haga justicia. No queremos encubrimientos ni chivos expiatorios!!”, manifestó micrófono en mano uno de los dolientes.
La mayoría de ellos manifestaban su desaliento y decepción por la forma en que los ha tratado el gobierno del mandatario Esteban Villegas, cuya esposa, Marisol Rosso, como presidenta del DIF estatal ha brillado por su ausencia en la atención a las familias desafortunadas que han sufrido las pérdidas irreparables de sus integrantes.
“Nosotros hemos recibido nada más promesas y comentarios de que hay apoyos, que va a haber becas, pero no veo nada claro. Hace tres meses murió mi hija de meningitis y yo no he visto que el gobierno le haya dado un apoyo a sus hijos, ni el DIF ni nadie”, declara a los medios de comunicación presentes el señor Diego León Contreras, padre de Martha León, una de las 34 jóvenes mujeres que han perdido la vida en este crimen de lesa humanidad.
Durante el recorrido por la Av. 20 de Noviembre, más familiares de las mujeres fallecidas toman el micrófono y exponen a la multitud de ciudadanos que observan el enorme contingente: “¡¡Durante estos meses el gobierno nos ha dicho que murieron de meningitis, pero a la mayoría de las familias no nos han querido dar las actas de defunción!!”.
La detención ilegal del anestesiólogo Omar Rocha, a quien la Fiscalía General de Durango está pretendiendo inculpar de 13 de los 35 decesos, fue uno de los motivos para que esta marcha se realizara, pues muchos de los deudos consideran que es un “chivo expiatorio”, y por primera vez una de las jóvenes sobrevivientes de meningitis, Miriam Espinoza, señala al anestesiólogo Genaro Alemán como el responsable de haberla infectado de meningitis en el hospital Del Parque, el 17 de octubre del año pasado, cuando le fue practicada una cesárea.
El médico anestesiólogo Genaro Alemán fue director del Hospital Materno Infantil durante el sexenio del panista José Aispuro Torres y fue destituido por su trato prepotente y violento hacia los trabajadores. Posteriormente, por órdenes de Elvira Barrantes, esposa del exgobernador Aispuro Torres, Genaro Alemán fue nombrado director de la Academia de Enseñanza de la secretaría de Salud estatal.
La marcha avanza y de nuevo una joven familiar de una de las fallecidas toma la palabra y denuncia al priista Daniel Payán, “coordinador de Atención Especial de Víctimas y Familiares”, por su poca empatía y nulo cumplimiento de su cargo, que le fue inventado por el gobernador de marras, Esteban Villegas Villarreal. “¡¡David Payán debería estar aquí!!”, acusa.
Los gritos arrecian y retumban en esta tarde de aire frío: “¡¡Esteban, amigo de los asesinos!!” “¡¡Esteban Villegas ya hueles a renuncia!!” “¡¡Queremos justicia, no encubrimiento!!”.
Y es que a estas alturas ya no es secreto a voces la corrupción desmedida que se vivió durante el sexenio del exmandatario saqueador José Rosas Aispuro y el robo criminal de medicamentos que se perpetró en la secretaría de Salud, medicamentos que un pequeño grupo de vivales cercanos a Aispuro y a su esposa voraz, Elvira Barrantes, traficaba con algunos propietarios de hospitales privados de esta entidad. Hoy se tiene la sospecha de que el mal manejo de estos medicamentos fueron la causa de esta desgracia.
Hacia las 18:15, la multitud de manifestantes que portan lonas y cartulinas con frases de protesta y fotografías de las víctimas fallecidas, llega a la Catedral de Durango y hacen una parada para pronunciar los nombres de todos los que hasta el momento han perdido la vida por los actos de criminalidad y negligencia atroces cometidos en los últimos meses del sexenio aispurista y señalan también al actual gobernador Esteban Villegas por su visible incapacidad para satisfacer su exigencia de justicia y su evidente corrupción por estar encubriendo a los verdaderos responsables de este imperdonable genocidio.
Y los nombres de las fallecidas comienzan a escucharse ahí frente a la Catedral de Durango: “¡¡Brenda Cortes, Rubí Arrieta, Armida Monárrez, María Virginia, Laura Verónica, María del Carmen, Mónica Montelongo, Anna Isabel, Eva Bernal, Dulce María, Arturo Limones, Adriana Robles, Leticia Rojas, Margarita Gutiérrez, Maleny, Flor Isabel, Vanessa Lazcano, Kassandra, Alma Larreta, Betzabé Martínez, Martha León, Lupita Ravelo, Nancy Hernández, Nicolasa Quintero, Cinthia Reyes, Adriana Quiñones, Nayeli Díaz, Alma Larrea, Gabriela Romero, Noemy Acosta, Daniela González, Lizet Joselyn, Mónica Berenice, Janet Valadez, Diana Acosta…!!”.
“¡¡No son cifras, señor gobernador, son nuestras esposas, hijas y hermanas, y estaremos aquí para recordárselas mientras no se les haga justicia!!”.
La dolorosa marcha por la Av. 20 de Noviembre da vuelta en la calle Zaragoza y el padre de una de las fallecidas toma el micrófono molesto, indignado: “¡¡Es lamentable que el gobernador Esteban Villegas no sea capaz de darnos justicia, que tengamos que salir a las calles y molestar a la gente para hacernos escuchar!!”.
Finalmente, la multitud de manifestantes llega a la Plaza IV Centenario y continúa reclamando la presencia del gobernador Esteban Villegas: “¡¡Queremos que venga a hablar con nosotros!!”, “¡¡Queremos que nos diga cuándo nos va a hacer justicia!!”, “¡¡Queremos que todos los responsables de estas muertes reciban su castigo!!”.
Hacia las 7:30 de la noche las familias de las víctimas de este genocidio extienden algunas lonas en el piso de la Plaza IV Centenario, con fotografías de sus esposas, hijas y hermanas que perdieron la vida, encienden algunas veladoras y se retiran en silencio.
El gobernador Esteban Villegas no llegó.