A un mes de los ataques a razacero durante el 8M | Aispuro agredió a periodistas y es protegido por Esteban Villegas | Andrés Manuel ya no puede con el país
- A un mes del ataque infame a razacero, seguimos adelante.
- Aispuro, el agresor de periodistas protegido por Esteban Villegas.
- La ingobernabilidad de Andrés Manuel López Obrador.
Este 8 de abril se cumplió un mes del ataque infame a razacero y a mi persona, ordenado por el gobernador priista corrupto de Durango, Esteban Villegas Villarreal, quien, en complicidad con su director de Comunicación social, Víctor Hugo Hernández, pagó a supuestas “feministas” y a dos televisoras locales (canales 10 y 12) para que me señalaran falsamente de ser violador, acosador sexual y extorsionador de “empresarias”.
El grotesco montaje no funcionó, ni entre la clase política duranguense ni entre la ciudadanía, pero sí sentó un antecedente grave de abuso de poder y abierta agresión a la libertad de expresión.
Es obvio que la intención del gobernador de marras priista, Esteban Villegas, fue la de querer desprestigiar y silenciar a un medio de comunicación crítico a su gobierno, como también es obvio que para ello utilizó recursos de los contribuyentes. ¿Cuánto dinero del erario les pagó Esteban Villegas a esas “feministas” que con tanto “entusiasmo” gritaron consignas y exhibieron lonas en mi contra durante la marcha del pasado 8 de marzo? ¿Cuánto dinero recibieron los canales 10 y 12, y sus serviles conductores, por transmitir el patético montaje?
Los autores intelectuales y materiales de esta grave agresión tienen nombre y apellidos, mismos que ya se encuentran registrados en la demanda que interpuse ante el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, adscrito a la secretaría de Gobernación y al que estoy integrado desde hace dos años.
A petición de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, fui contactado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos del estado de Durango, para presentar una queja formal también ante esta instancia.
A pesar de las amenazas xenofóbicas por parte de personeros del gobernador priista Esteban Villegas, que me exigen abandonar el estado de Durango, sigo y seguiré realizando mi trabajo periodístico en esta entidad, en la que radico desde hace más de 20 años.
Por lo demás, del 8 de marzo a la fecha, lejos de mejorar, el gobierno del priista Villegas Villarreal se ha posicionado en quinto lugar a nivel nacional en materia de feminicidios, con 12 casos en lo que va de su incipiente administración contra 7 que se perpetraron el sexenio pasado, pues el exporro estudiantil no ha tenido la capacidad para implementar una política pública de emergencia para inhibir la violencia hacia las mujeres.
Con nulo crecimiento económico; cero generación de empleos; corrupción e ineficacia en su gabinete; y con el sector campesino inconforme por los raquíticos “apoyos” que está recibiendo, la posibilidad de que se concrete la revocación de mandato para Esteban Villegas cada día es más inminente.
Otro personaje agresor de periodistas es el exmandatario saqueador, José Rosas Aispuro Torres, quien ya ha sido citado por la Fiscalía General de la República para ser imputado por delitos cometidos contra la libertad de expresión en agravio del periodista duranguense Iván Soto Hernández. La audiencia inicial de formulación de imputación se llevará a cabo el próximo 3 de mayo.
Como se recordará, el gobernador panista corrupto, Aispuro Torres, poco antes de dejar la gubernatura de Durango amenazó al periodista Iván Soto con encarcelarlo “por no cuidar a su hija”, que meses antes había sufrido una agresión sexual, molesto por las exigencias públicas de justicia que hacía el comunicador.
Lo deseable es que la Fiscalía General de la República imponga una severa sanción al sátrapa de Tamazula, un castigo que sirva de ejemplo a otros políticos a los que se les hace fácil abusar del poder que detentan para agredir y poner en peligro la vida de periodistas.
Aispuro Torres permanece impune por los robos al erario que perpetró durante el sexenio pasado y ha sido protegido de manera más que notoria por su sucesor, el priista Esteban Villegas.
Otro político que también se ha caracterizado por sus constantes ataques a la libertad de prensa, a los periodistas y a la libertad de expresión es el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en estos meses ya se ha evidenciado por completo como un mandatario que ha perdido la gobernabilidad del país.
Cuestionado fuertemente por congresistas norteamericanos por su total carencia de control sobre el crimen organizado, a López Obrador le siguen estallando en la cara los constantes actos de violencia que se suscitan en varias entidades del país, específicamente Tamaulipas, Guerrero, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas, estados en los que la delincuencia organizada ha sentado sus reales sin que el gobierno federal accione para someter a estos grupos delictivos.
El saqueo multimillonario en Segalmex; la tragedia de inmigrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua; los secuestros masivos de ciudadanos en San Luis Potosí; las masacres y baños de sangre que se cometen casi diariamente; la crisis económica; los despilfarros en proyectos faraónicos inútiles; y la responsabilidad oficial en miles de muertes por covid19 y cáncer, son aspectos que en cualquier otro país del mundo medianamente civilizado ya tendrían tras las rejas a Andrés Manuel López Obrador, pero aquí, de manera inverosímil, es consecuentado por los poderes de la Unión y por la partidocracia corrupta.
Hasta aquí nuestra Tarde de perros con gobernadores enemigos de la libertad de expresión y presidentes de la República tremendamente peligrosos por corruptos e ineptos.