Durango: La opacidad y la pobreza en la cultura
Erick Marcel Miranda Gamboa
El día 13 de mayo la UNADU (Unión de Artistas Duranguenses) emitió un comunicado oficial en sus redes sociales, en el que expone la manera arbitraria en que se está conduciendo el director del ICED, Francisco Javier Pérez Meza. Manifiestan que el director de dicho instituto estuvo convocando a una reunión para el día sábado 13 de mayo. La invitación fue de manera privada y solo a “los principales referentes de Durango”. Ningún miembro de la UNADU estuvo presente.
Ya han pasado dos semanas luego de que artistas duranguenses protestaran a las afueras del Museo Palacio de los Gurza por las acciones ominosas con las que se dirigen los funcionarios en el área de la cultura. Lo que indignó a los artistas fue la toma de la sala de exposiciones Tomás Bringas para adaptarla como “oficina provisional”, además de la destitución de César Bernal, el único acierto que tuvo la gestión nefasta de la exdirectora del ICED, Socorro Soto.
Durante el tiempo que César Bernal estuvo al frente del Museo Gurza se realizaron cientos de exposiciones interdisciplinarias con artistas de otros estados y países, pero sobre todo duranguenses, tanto para los que tienen trayectoria como para los emergentes, muchos de los cuales jamás les habían dado la oportunidad de exponer sus obras en un museo. César Bernal tenía cercanía con su gremio y alentaba a los creadores a seguir con su arte en este estado norteño donde poco se valora la cultura.
Luego de la protesta del 30 de abril, el gobernador Esteban Villegas y su vocero Víctor Hernández Fuentes, emprendieron su política de “Comunicación Social”: Utilizar medios de comunicación afines a su gobierno para demeritar y minimizar la causa de duranguenses que exigen sus derechos.
El día 3 de mayo la UNADU logró reunirse con el director del ICED en sus oficinas, en donde le entregaron un pliego petitorio en el que exigen arte y cultura digna en Durango.
En este momento ya había quedado claro que no solo se trataba de la destitución de César Bernal o de emplear mal un lugar dedicado al arte. Los artistas en Durango están hartos de que no haya una verdadera política pública cultural en el estado, y es que no puede haber un verdadero avance cuando quienes dirigen los institutos ocupan sus cargos más por amiguismo y compadrazgo que por capacidad.
Otro punto importante de las peticiones de la UNADU es la transparencia del recurso público destinado a cultura. Este año el ICED tiene un presupuesto de $66,838,527.00, sin contar los recursos extras del gobierno federal que gestionan los directivos del instituto durante el año. En la entidad es bien sabido cómo los que “dirigen” la cultura hacen negocio con el sobrecosto en las contrataciones de artistas y otros servicios, no hay claridad en como manejan el erario. El 13 de diciembre del año pasado, en rueda de prensa, Francisco Javier Pérez Meza anunció el festival “Como La Laguna Ninguno”, que tendría como estelar al cantante vernáculo Julión Álvarez. En dicho evento, a pesar de que ya estaba la cartelera del festival, Francisco Javier Pérez aún no sabía cuánto gastaría para la realización del mismo, pero acotó que el gobierno de Durango presupuestó alrededor de los 6 millones de pesos.
“¿Cuánto va a cobrar Julión?”, le preguntaron a Pérez Meza, a lo que respondió que debido a la cercanía que el cantante tiene con Durango sus tarifas no serían las que normalmente usa para un concierto. Respecto al mismo tema, el director de Ferias, Espectáculos y Paseos Turísticos de Durango, Lauro Arce Gallegos, declaró:
“En el tema de Julión, ¿por qué no darle la cifra exacta? Porque estamos trabajando y yo conociendo a Julión y con la amistad que tiene con Esteban, yo creo que va a venir por los gastos, le digo, en esas fechas Julión ya no trabaja, él ya cerró gira”.
Al final le terminaron pagando a Julión 8 millones de pesos (contrato ICED/2022/DV-I-006), más $1,740,000.00 por el montaje del escenario (ICED/2022/DV-I-003), casi 10 millones de pesos (cuando este artista no cobra ni la mitad de lo que le pagó el Instituto de Cultura). Un solo artista se llevó casi el doble de lo que iba a costar todo el festival “Como La Laguna Ninguno”.
Estos manejos del erario tan malintencionados han sido un muro gigantesco para que la cultura no detone como debe de ser en nuestro estado, es lastimoso ver el poco o nulo apoyo a artistas talentosos que hay en Durango, es lamentable que algunos tengan que esperar hasta 2 o 3 meses para que el ICED les pague cantidades irrisorias por sus trabajos, mientras que con contratos inflados un artista se llevó 10 millones, que viene siendo el 15% del presupuesto que recibe el ICED al año.
Es por todo esto que a Francisco Javier Pérez Meza no le interesa darle trámite a las solicitudes que le entregó la UNADU. Ni a él ni al gobernador Esteban Villegas les agrada la idea de un Consejo Consultivo que vele por los intereses de la cultura, que revise cómo se gasta el presupuesto, que supervise a los funcionarios para que cumplan con sus responsabilidades y que exija que se les pague bien a los artistas duranguenses. Por ello Francisco Javier Pérez hace sus reuniones privadas con un sector muy escogido de la comunidad artística duranguense, para que las protestas no se generalicen. Esta cerrazón del gobierno priista le impone a los integrantes de la UNADU continuar con sus protestas y tomar acciones más enérgicas, para que sus propuestas sean tomadas en cuenta y se concreten.