Entre aplausos, videos y cumpleaños Por ÁLVARO SAN JUAN

De lo que se ha visto hasta el día de hoy en el Congreso de Estado, tanto de secretarios del gabinete estatal, como órganos constitucionales autónomos, sin duda, CEDH ocupa el primer lugar. Las y los trabajadores de la CEDH que abarrotaron el recinto legislativo, llegaron con un guión muy bien elaborado para el “aplausómetro”.

Como un reloj bien cronometrado, cada intervención de la presidenta Karla Obregón, era premiada con aplausos por las trabadoras y trabajadores de dicho organismo autónomo. Y ni se diga, de los videos que presentó Karla como apoyo a su “informe” al frente de dicha comisión, se vieron espontáneos, naturales y por supuesto, que nadie les dio línea.

Aquello parecía un concurso de aplausos y quién lo diría, la ganadora no fue Karla Obregón, resultó ser Rafael Mier, director de la FADER y CIPOL, el pretexto fue su cumpleaños. Como dice el refrán; no hagas cosas buenas que parezcan malas. No faltó quien comentara que se trató de un “destape” como candidato a la rectoría de la UJED. Hay que reconocerlo, que lo hizo en el lugar adecuado, donde se ha respetado y defendido de autonomía de nuestra Universidad Juárez del Estado de Durango. Como en toda comparecencia, no todo es color de rosa y no faltó el “prietito” en el arroz. Nos referimos, al tema de las posibles violaciones a derechos humanos de las alumnas y alumnos de la escuela primaria número 13.

Nadie tocó a la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Karla Obregón, ni con el pétalo de una rosa; hasta que intervino la diputada de Morena, Ofelia Rentería Delgadillo. La legisladora le preguntó a la responsable de la CEDH que se pronunciara si había o no, violación a derechos humanos en el caso de la escuela número 13. Por supuesto, que la pregunta no tuvo respuesta, en cambio, si dijo Karla Obregón que se dictaron medidas cautelares sin explicar en qué consistían. Y ya encarrerado el gato, la diputada dejó en claro: “La fracción parlamentaria de nuestro partido, no permitirá por ningún motivo que se violen derechos humanos de las alumnas y alumnos de la escuela primaria número 13”. Ya adivinó, hubo un silencio total y nadie aplaudió.

Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, nos enteramos que las alumnas y alumnos de dicha escuela primaria, siguen inscritos. También se filtró, que se obligó a los padres de familia a llevar a sus hijos a otras escuelas, donde están en calidad de oyentes. En este contexto, anda circulando una copia de la constancia que se les dio a padres de familia y firmado por la funcionaria de la SEED, Karla Janeth Sigala Silva. Se puede ver en dicho documento, que siguen inscritos 87 alumnos en la escuela primaria número 13 y que se extendió para los usos legales correspondientes. Sólo como dato cultural: Las y los maestros que seguían laborando en las afueras de la escuela, los obligaron a firmar para que ya no dieran clases o de lo contrario, no les pagarían sus quincenas. Que aprendan los maestros a “soñar en grande”, para poder estar en la nómina.

Nos consta que en el equipo cercano a Karla Obregón, hay abogados, maestros y doctores en derecho, quienes saben perfectamente si hubo o no violaciones a derechos humanos en la escuela primaria número 13. Sabemos cuáles son las funciones y facultades de la CEDH, no son una autoridad jurisdiccional o la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No bastan medidas cautelares, por lo grave del caso ameritaría, por lo menos, una recomendación. Pero como no son vinculantes, la SEED se la pasaría por el arco del triunfo.