Falso doctor, esposo de alcaldesa
De la redacción de razacero.
Si durante el sexenio pasado la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (COPRISED), bajo la “conducción” del expolicía Joaquín Gardeazábal, realizó un papel desastroso que fue determinante para que surgiera el brote de meningitis que mató a más de cuarenta mujeres en esta entidad norteña, hoy, con el actual titular de esta dependencia, Dr. Moisés Nájera, las cosas no han cambiado mucho.
Sin trabajo de campo, en incontables ocasiones ha sido la ciudadanía la que ha alertado a la COPRISED en las redes sociales sobre el libre actuar de falsos doctores que ponen en peligro la vida de los duranguenses, y aún así esta dependencia ha hecho caso omiso en muchos de estos reportes.
Hoy, es el conocido Dr. Mario Moreno Salas quien alerta a la ciudadanía duranguense sobre las actividades ilegales que ha estado realizando un falso doctor en el municipio de Poanas, Durango, hecho por el cual presentó una denuncia formal ante la COPRISED, el pasado 20 de diciembre.
En entrevista exclusiva para razacero el Dr. Mario Moreno Salas revela la identidad de este falso doctor y relata:
“Se trata del ciudadano Víctor Armando Capurro Chu, quien se ostenta como Médico General y da ‘consultas’ en el local ubicado en la calle Venustiano Carranza Núm. 104, entre las calles Francisco I. Madero y Guadalupe Victoria, en la zona centro de Villa Unión, en el municipio de Poanas, Durango”.
Víctor Armando Capurro Chu, comenta el Dr. Mario Moreno Salas, no cuenta con documento alguno que lo acredite como Médico General. “No tiene título ni cédula profesional, esto se puede confirmar consultando el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP”.
Así las cosas, en las “recetas médicas” que expide Víctor Armando Capurro Chu y que fueron presentadas por el Dr. Mario Moreno Salas en su denuncia que presentó ante la COPRISED, se observa el número de cédula 373510, pero al consultar el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP, se puede constatar que dicho número pertenece a la cédula de la ciudadana Idalia Garza Treviño, egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 1975, de la carrera de Técnico Como Laboratorista Clínico Biólogo.
“Víctor Armando Capurro Chu, expide recetas sin nombre de los pacientes y sin firmarlas, y prescribe medicamentos de uso exclusivo y propiedad del Sector Salud, en muchos casos ya caducados”, denuncia el Dr. Moreno Salas.
Víctor Armando Capurro Chu aparece en la página de Facebook del municipio de Poanas en fotografías en las que se promocionan jornadas de “servicios a la comunidad”, en ellas se le puede observar “checando” la región del torax y “revisando” la presión arterial de personas de la tercera edad. “Esto a todas luces es un fraude y un riesgo para la ciudadanía”, expresa el Dr. Moreno Salas.
“Y es la misma esposa de este falso médico, la alcaldesa de Poanas, Irma Araceli Aispuro, quien lo pone en evidencia al mostrar una fotografía en su primer informe de gobierno, donde aparece Víctor Armando Capurro Chu realizando las actividades antes señaladas con la inscripción: ‘SALUD ACCESIBLE con una inversión de 342 mil pesos'”, remarca el Dr. Moreno Salas.
Por si lo anterior fuera poco, el Dr. Mario Moreno Salas también denunció ante la COPRISED que el falso médico Víctor Armando Capurro Chu expide certificados de defunción apócrifos, violando el artículo 250 de la Ley de Salud del Estado de Durango.
“Al expedir estos certificados de defunción, Víctor Armando Capurro Chu estampa la firma y cédula profesional de otros médicos, por lo que solicitaré a la Jurisdicción Sanitaria Núm. 1 de la secretaría de Salud que verifique estos hechos, ya que tengo la sospecha fundada de que ha falsificado mi firma y ha estampado mi número de cédula profesional en estos certificados de defunción falsos”, finaliza el Dr. Mario Moreno Salas.
Lo anterior, sin duda alguna, debe poner en alerta máxima a las altas autoridades de la secretaría de Salud del estado de Durango, fuertemente cuestionadas por los actos de omisión y corrupción que cometen cotidianamente. Y su actuación debe ser inmediata pues la salud y la vida de los duranguenses están en peligro.