Pedro Armendáriz

De la redacción de razacero.

Pedro Gregorio Armendáriz Hastings nació el 9 de mayo de 1912, fue un actor de la llamada Época de oro del cine mexicano que participó en películas tanto en Hollywood como en el continente europeo, y por supuesto en México.

De padre mexicano de origen español, don Pedro Armendáriz García-Conde, y madre estadounidense, Adela Hastings, vivió con ellos en Texas y estudió en California, donde terminó su carrera de ingeniería en la Universidad Politécnica de California.

En los comienzos de su carrera fue descubierto por el director de cine Miguel Zacarías cuando recitaba el monólogo de Hamlet a una turista estadounidense.

Filmó su primera película a los 22 años, y desde entonces actuó en decenas de filmes, tanto en el cine mexicano como en el estadounidense.

Con John Wayne y Harry Carey  Jr., en Tres padrinos (1948).
Con John Wayne y Harry Carey Jr., en Tres padrinos (1948).

Pedro Armendáriz fue el actor favorito del cineasta y también actor Emilio “El indio” Fernández, con quien realizó algunas de las mejores cintas de la historia del cine nacional, como “Soy puro mexicano”, en 1941; “Flor Silvestre”, en 1942; “María Candelaria”, en 1943; “Bugambilia”, en 1945; “Enamorada”, en 1946; “La perla”, en 1947; “La rebelión de los colgados, en 1954, y “La bandida”, en 1962, alternando con figuras tan míticas como Dolores del Río y María Félix.

Como estrella internacional este gran actor participó en producciones francesas, españolas, italianas e inglesas.

En Hollywood es recordado por su trabajo en cintas como “Fort Apache”, en 1948, y en otras producciones bajo la dirección de cineastas como John Ford, John Huston y Michael Curtiz.

Sin embargo existe un pasaje triste dentro de una de sus películas, conocida como la película “radioactiva”: The Conqueror.

Corría el año 1956, y a sus manos llegó el libreto de la después famosa película por sus acontecimientos, “The Conqueror”, producida por Howard Hughes. Esta cinta fue filmada en los Estados Unidos, en Uta, en el estado de Nevada.

El filme se realizó cerca de donde el gobierno norteamericano había realizado pruebas nucleares que poco a poco fueron desencadenando una serie de muertes atribuidas a este hecho.

La radioactividad afectó a muchos de los que participaron en el largometraje, que murieron de cáncer posteriormente.

Así, 91 de las 220 personas involucradas en la producción de la película enfermaron de cáncer, 46 murieron a consecuencia de esta enfermedad, entre ellas los actores John Wayne (cáncer de estómago y pulmón), Susan Hayward (cáncer de cerebro), Agnes Moorehead (cáncer de pulmón) y John Hoyt (cáncer de pulmón). Además de éstos, el director de la película, Dick Powell (cáncer de las glándulas linfáticas), y el doble Chuck Roberson también fallecieron.

A Pedro Armendáriz le diagnosticaron cáncer en la cadera varios años después, y al saber de su mortal enfermedad con metástasis, Pedro optó por el suicidio dándose un balazo en el pecho durante su estancia en el hospital de la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles; contaba con 51 años.

Aunque Pedro no tuvo mucha influencia en televisión, si llegó a realizar un trabajo: “Westinghouse Desilu Playhouse”, en 1959.

Dentro de su filmografía destacan alrededor de 120 películas, tanto en los Estados Unidos como en México y otras partes del mundo.

Con Dolores del Río en María Candelaria (1943).
Con Dolores del Río en María Candelaria (1943).

Junto con Dolores del Río formó una de las parejas más legendarias del cine mundial, como en la obra maestra “María Candelaria”, filme que le dio proyección internacional no sólo al director, Emilio “El indio” Fernández, y a sus actores, sino a la misma cinematografía mexicana.

Dicen que sus intensos ojos verdes y su recia presencia conquistaron a más de una dama, incluyendo a algunas actrices mexicanas y otras norteamericanas, pues sus fans eran de varias nacionalidades.

A pesar de que por sus venas no corría ni una sola gota de sangre indígena, ya que era de origen británico-español, Armendáriz logró encarnar la esencia de la mexicanidad mejor que ningún otro actor del cine nacional.

Esta apreciación, compartida por historiadores, críticos, colegas y admiradores, se fundamenta de manera específica en los personajes que el actor protagonizó bajo la dirección de Emilio “El Indio” Fernández, cuyos filmes han sido vistos en todos los rincones del planeta haciendo de Pedro Armendáriz uno de los máximos íconos culturales de nuestro país.