A pique, el gobierno de Peña Nieto

Con una economía estancada, en la que los beneficios de las mal llamadas “reformas constitucionales” no llegan a la mayoría de la población y sí a unos cuantos vivales que están encaramados en las altas esferas del poder federal y de los gobiernos estatales, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se está yendo a pique hacia el cuarto año de su gestión. Y es que los expertos en materia financiera siguen pronosticando el nulo avance financiero de nuestra nación, ubicando el índice de crecimiento del Producto Interno Bruto en un 2.5%, muy alejado del 3.7% que el gobierno auguró hace un año.

El desempleo aumenta como consecuencia de una reforma laboral leonina, diseñada para esclavizar a la fuerza productiva de nuestro país, por lo que esta ha optado por el autoempleo o empleo informal, en donde no goza de prestaciones ni de servicios de salud. A esto se agrega la política depredadora que el actual gobierno ha implementado con sus “reformas”, que conllevan el despido masivo de empleados de no pocas dependencias públicas que ya desde hace un buen tiempo están en proceso de privatización, como PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad, el sector Salud y el sector Educativo, por lo que la tasa de desempleo indudablemente crecerá en breve.

Hoy, las protestas multitudinarias de los profesores, agrupados no solo en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) sino en otras organizaciones de docentes que han abandonado al oficialista SNTE, podrían ser el comienzo del derrumbe del gobierno mafioso de Enrique Peña Nieto, ya que a todas luces se ve que la tan cuestionada Evaluación Educativa solo tiene como fin mantener controlados y sometidos a los profesores bajo la amenaza de despido si no logran aprobar esos exámenes que, como lo dicen los dirigentes de la CNTE y hasta ex funcionarios del mismo Instituto Nacional de Evaluación Educativa, están confeccionados para que los profesores los reprueben.

La CNTE en Durango dio una muestra de poderío político el pasado 24 de junio con más de 10 mil profesores protestando por la imposición de la reforma educativa.
La CNTE en Durango dio una muestra de poderío político el pasado 24 de junio con más de 10 mil profesores protestando por la imposición de la reforma educativa.

La “reforma educativa”, por el trasfondo político que tiene, no es tal, ya que se trata, en los hechos, de una mera “reforma” laboral cuyo objetivo inmediato es adelgazar la planta magisterial y la estructura educativa nacional para hacerla disfuncional y beneficiar así a los grandes dueños de capitales, que harán de la educación una verdadera industria en la que el que tenga dinero suficiente tendrá acceso a las escuelas privadas porque los planteles públicos irán desapareciendo.

Y la prueba está en que de esta “reforma educativa” no se nos ha informado a los ciudadanos qué medidas directas se implementarán para mejorar la educación de nuestros hijos; por el contrario, sabemos que las autoridades de la SEP han adoptado la política de instruir a los profesores de primaria y secundaria para que no reprueben a los alumnos que no reúnen los conocimientos necesarios para pasar al siguiente nivel, porque lo que les urge es graduar al mayor número de alumnos sin importarles si están debidamente preparados o no, quizá sabiendo premeditadamente que esos alumnos jamás lograrán obtener un título profesional y engrosarán las filas de desempleados o de mano de obra barata.

Emilio Chuayffet, el pusilánime.
Emilio Chuayffet, el pusilánime.

También, el gobierno federal no nos ha informado la política pública que aplicará para evitar el alto porcentaje de deserción de jóvenes de las escuelas porque tienen que trabajar para poder subsistir debido a la pobreza en la que viven, así como tampoco este gobierno nos explica el por qué del abandono vergonzoso en que la Secretaría de Educación Pública y las secretarías de Educación estatales tienen a las escuelas. Así, con una “reforma educativa” unilateral, en la que nunca se ha pedido la opinión de los profesores ni de los padres de familia, el gobierno de Enrique Peña Nieto con su genocida, el psicopático y pusilánime secretario de Educación Pública, Emilio Chuaiffet Chemor, abre otro frente de batalla en contra del pueblo de México que, haga lo que haga con los medios de comunicación comprados que diariamente atacan a los profesores disidentes, no dejará solos a los maestros que están luchando por causas justas, como defender sus empleos y defender la educación pública, entendida esta como un beneficio social que alcance a todos los mexicanos y no solamente a los que tengan recursos para acudir a una escuela privada.

Por otro lado, bajo este gobierno priísta seguimos apareciendo en los últimos lugares del Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ya que las “medidas” que ha tomado el gobierno de Peña Nieto y la partidocracia no son suficientes para detener los actos oprobiosos que cometen la mayoría de los altos funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno. Y, en este contexto, se ve claramente que los pocos casos de castigo a actos de corrupción obedecen más a venganzas personales que a una verdadera aplicación de la ley, como el reciente asunto del ex jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, a quien se investiga junto con sus prestanombres por lavado de dinero. Y es que Marcelo Ebrard habría filtrado al equipo de la periodista Carmen Aristegui la información sobre la ya célebre Casa Blanca, adquirida de manera anómala por la familia Peña Rivera.

Así pues, Marcelo Ebrard pudiera estar a un paso de la cárcel por las diligencias que se están llevando en su contra por posibles delitos cometidos durante el desempeño de sus funciones como gobernante del D.F., pero a los ciudadanos nos queda la siguiente duda: ¿Y Enrique Peña Nieto cuándo será investigado y encarcelado por la infinidad de delitos que está cometiendo como presidente de la República?

Ahora, aparte del caos en que está sumergido el país por la inseguridad y la presencia cada vez más poderosa del crimen organizado, el Departamento de Estado del gobierno estadounidense de Barack Obama por primera vez se ha manifestado enérgicamente en su informe anual de los derechos humanos en el mundo por las actuaciones criminales del Estado mexicano en contra de sus ciudadanos, destacando las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas perpetradas por las policías y el ejército, especialmente los genocidios cometidos en Tlatlaya, Estado de México, en donde 22 ciudadanos fueron asesinados por el ejército, y en Iguala, Guerrero, en donde 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa fueron desaparecidos forzosamente y tres más fueron asesinados, hechos en los cuales también están involucrados policías e integrantes del ejército.

Cabe mencionar que antes y después de estas matanzas el gobierno de Peña Nieto ha cometido otras tantas que no han tenido la difusión adecuada a nivel nacional e internacional, por lo que este sexenio está superando ya en creces al anterior del panista dipsómano Felipe Calderón Hinojosa, en lo que se refiere a crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado.

Para finalizar, en las pasadas elecciones fue evidente el rechazo social a los partidos políticos, y solo la presencia de algunos candidatos independientes logró llevar a los ciudadanos a las casillas electorales, por lo que ya se puede vislumbrar el fin de la partidocracia y de los regímenes policíacos y paramilitares que padecemos. Los ciudadanos seremos los que tengamos la última palabra en los procesos electorales que se avecinan en 2016 y 2018, pero lo cierto es que estas mafias delictivas que actualmente nos gobiernan ya no nos sirven para nada… nunca nos han servido, por lo que ya es hora de despedirlas.