Alcalde atrabancado, abusa de su cargo
Fernando Miranda Servín.
Asumir un cargo público implica un compromiso de servicio con la población, pero también puede significar una ventaja cuando se quiere participar en un proceso de elección que requiere visibilidad. Ese dilema de dualidad genera polémica con los funcionarios que ahora participan en la política electoral y quieren presentarse a cargos de elección popular. En este contexto, salen a la luz críticas para los funcionarios que deliberadamente o sin intención, consiguen beneficios electorales con sus puestos, algo que prohíbe la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Durante los meses de abril, mayo y junio de 2013 en que Esteban Villegas fue candidato a presidente municipal de Durango, su lema, slogan o frase de campaña fue que venía lo mejor para Durango (“Viene lo mejor”). Han transcurrido veintidós meses de que tomó posesión del cargo y los ciudadanos nos seguimos preguntando dónde se encuentra escondido o en qué momento de su administración aparecerá lo que prometió, es decir, lo mejor para Durango. Todo parece indicar que nunca, ya que el doctor que nunca ha ejercido su profesión (para fortuna de muchísimos pacientes), el líder estudiantil (con decepcionantes antecedentes porriles) y el cantante convertido en político (ante la indiferencia bostezante de los melómanos), lejos de dirigir una administración que realmente eleve el nivel de vida de los ciudadanos duranguenses (lo de los baches tapados con tierrita y la pavimentación por encimita de algunas calles es pura vacilada) y les garantice el manejo transparente de su dinero, se ha dedicado a proteger las corruptelas (esas sí en serio) que cotidianamente cometen algunos de sus más cercanos colaboradores y ha tolerado la existencia de grupos paramilitares o comandos civiles que operan en la ciudad de Durango privando de su libertad a ciudadanos, jóvenes especialmente, para remitirlos a las delegaciones policíacas en donde, irremediablemente, son atracados por los secretarios de acuerdos que actúan de manera obligada bajo las órdenes del Juez Administrativo municipal, Juan Mejorado Oláguez. Estas son solo un par de las muchas irregularidades que este alcalde solapa a sus colaboradores. Y definitivamente que algo o mucho le sabrán a este edil los integrantes de su equipo que han cometido tropelías con el erario y/o atropellado los derechos de la ciudadanía desde el momento en que los sigue manteniendo en sus cargos y ni por equivocación les ha fincado responsabilidades administrativas y penales por las faltas y delitos que cometen.
Así, una vez terminado el pasado proceso electoral, el ex porro, ex cantante y doctor que nunca ha ejercido, Esteban Villegas, demostró una vez más su falta de experiencia y oficio político adelantándose a los tiempos al declarar el lunes 8 de junio que sí aspiraba a ser candidato a gobernador. Cosa que no está mal, finalmente es una aspiración legítima, lo malo es que su casi divina revelación la hizo en calidad de alcalde, utilizando un espacio público y, por supuesto, nuestro dinero; esto, porque el desayuno que se le obsequió a los medios, así como el mobiliario y sonido rentados, se pagaron con recursos públicos, es decir, con el dinero de los contribuyentes que no votaron en el 2013 para que Esteban Villegas, ya como alcalde, anduviera de atrabancado diciendo a los cuatro vientos que quiere ser gobernador de Durango, sino para que se pusiera a trabajar y cumpliera con su promesa de que venía lo mejor para Durango.
Esta lamentable declaración le ha generado un alud de malos comentarios ya que, entre otras cosas, legalmente Esteban Villegas cometió un acto adelantado de campaña, que si esta vez el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana no está de adorno como el INE, sin duda alguna le negaría el registro por este hecho. Y no puede ser de otra manera, ya que por culpa de sus torpes y atrabancadas declaraciones, cada hoja de máquina, cada clip, cada litro de gasolina, cada llanta y todo lo que pertenezca al patrimonio del municipio y sea utilizado en el momento en que el doctor Villegas Villarreal diga que quiere ser gobernador, será contabilizado como recurso utilizado en promover su aspiración, dicho de otra manera, como gasto de campaña, lo que quiere decir que los que crean que lo mejor está por venir tendrán que esperar, ya que el dinero que administra el ayuntamiento de Durango y nos pertenece a todos será utilizado en promover la imagen del alcalde que prometió que lo mejor estaba por venir. Si tantas ganas tiene de contender internamente por la gubernatura de Durango, Esteban Villegas debe solicitar licencia al cargo para el que fue electo y no utilizar cada acto público e inauguración de obras como escaparate para andar anunciando tácitamente sus atrabancadas aspiraciones.
Lo más seguro es que Esteban Villegas y sus asesores no saben que las incompatibilidades, según la Constitución, se tienen en razón del cargo que se desempeña, esto es, con motivo y por causa de una condición diferente a la de cualquier persona y a partir de las especiales responsabilidades que se asumen. Por consiguiente, las incompatibilidades son aquellas gestiones o actividades que no pueden ejercerse de manera simultánea con el desempeño del cargo; significan imposibilidad jurídica de coexistencia de dos actividades. Mediante ellas se pretende el equilibrio armónico entre el interés común -que quienes tienen a su cargo la administración pública y la representación de los intereses generales se dediquen íntegramente a la gestión que han asumido y, además, no puedan valerse de las posiciones que ocupan para derivar ventajas o beneficios particulares- y el sano ejercicio de los derechos fundamentales del individuo. La violación al régimen de incompatibilidades establecido por la Constitución o la ley conduce, según los casos, a la pérdida de investidura de quien es miembro de corporación pública de elección popular, la nulidad de la nueva elección o nombramiento, e inclusive a la imposición de las pertinentes sanciones penales o disciplinarias que la ley contempla. Pero qué va a saber de esto el atrabancado alcalde si en septiembre de 2010 cuando fue electo diputado local y un reportero le preguntó si se iba a dar en Durango una autentica división de poderes, Esteban Villegas respondió que de ninguna manera, que en Durango no estábamos divididos sino más unidos que nunca. Y pensar que tres años después se convertiría en presidente municipal, y pensar que ahora con dinero público violenta la ley y de forma atrabancada manifiesta que quiere ser gobernador, y que lo mejor que estaba por venir nunca llegó y… como dijo don Teofilito: Ni llegará.