Prohíbe Apolonio Betancourt que los trabajadores del TSJ lean el periódico razacero

De la redacción de razacero.

Luego de que en la última edición de nuestro periódico impreso (Núm. 81 de la segunda quincena de octubre de 2015) publicáramos la denuncia titulada “El hermano de Apolonio y la Ley de Herodes en Durango”, en la que un grupo de priístas del municipio de Pueblo Nuevo exponen los abusos que comete el presidente del PRI municipal, Reynaldo Betancourt Ruiz, hermano del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango, Lic. Apolonio Betancourt Ruiz, a más de una docena de empleados de este Tribunal, ubicado en el centro de la capital duranguense, les fueron decomisados ejemplares del periódico razacero por elementos de seguridad y personeros cercanos al Lic. Apolonio Betancourt.

Intolerancia y autoritarismo del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango, Lic. Apolonio Betancourt Ruiz.
Intolerancia y autoritarismo del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango, Lic. Apolonio Betancourt Ruiz.

“El viernes 16 de octubre los empleados de seguridad y asistentes del presidente del Tribunal, Apolonio Betancourt, anduvieron preguntando en todos los juzgados quién tenía en su poder ejemplares del periódico razacero, y a quienes respondían positivamente les exigían que se los entregaran ‘por órdenes del presidente Apolonio Betancourt’, y también amenazaron con correr a todo aquél que fuera sorprendido leyendo este periódico o a quien lo tuviera en su poder”, denuncian los trabajadores afectados.

No es la primera vez que el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Durango, Lic. Apolonio Betancourt Ruiz, ejerce este tipo de actos de represión en contra de los empleados de este Tribunal, actos que violan las libertades de expresión y de información, elementales en una sociedad que se precie de tener un Estado de Derecho digno.

“Es inaceptable que este funcionario pretenda impedirnos leer un periódico”, argumentan los empleados del Tribunal ofendidos.

Y ante esta prohibición, la mayoría de los trabajadores del Tribunal a quienes les fueron decomisados ejemplares de razacero los volvieron a adquirir al término de su jornada laboral para leer en sus casas la denuncia referida.

(Ver “El hermano de Apolonio y la Ley de Herodes en Durango”).