Crece el descontento social

Cada día son más las protestas masivas e individuales que los ciudadanos manifiestan frente a la autoridad, frente a una clase dominante que en su decadencia se vuelve más falaz y peligrosamente intolerante. Así, seguramente las constantes movilizaciones de los profesores de la CNTE, las agudas críticas que se le hacen al presidente Enrique Peña Nieto en las redes sociales y los frecuentes reclamos que le hacen a este en los eventos oficiales que encabeza provocaron que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, manifestara el pasado 23 de diciembre de 2013 que “la tolerancia, que es gobierno, también es firmeza y tiene sus límites frente a la estridencia y las descalificaciones”, como una clara amenaza a quienes se atrevan a seguir expresando su descontento por las contrareformas a la Constitución que el titular del Poder Ejecutivo a promulgado.

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Daniel Blázquez Aguilar. Yo voy a transformar este país, voy a ser presidente y vamos a acabar con tu gobierno.

Y quizá la gota que derramó el vaso y la paciencia del cuestionado licenciado Chong fue el espectacular reclamo que el joven Daniel Blázquez Aguilar le hizo a Peña Nieto el 20 de diciembre, luego de firmar el decreto de promulgación de la reforma energética en Palacio Nacional: “¡¿Por qué no nos consultaste para la reforma energética?!”, le gritó Daniel Blázquez a Peña Nieto, y continuó: “¡Yo voy a transformar este país, voy a ser presidente y vamos a acabar con tu gobierno!”, para luego ser sacado en vilo del Palacio Nacional por miembros del Estado Mayor Presidencial.

Este hecho no dejó de ser desapercibido para el grupo que ostenta el poder, un poder obtenido de manera muy controversial, ya que en no pocas ceremonias y actos oficiales el primer mandatario de la nación ha sido increpado por ciudadanos indignados por la forma en que llegó a la presidencia y la manera en que está gobernando al país.

Esperemos que el joven Daniel Blázquez Aguilar no sufra persecución y encarcelamiento como el que padecen muchos otros que se han atrevido a manifestarse y a documentar los abusos de las fuerzas policíacas federales y locales del D.F., al servicio de los gobiernos de derecha e “izquierda”, como Alejandro Bautista, joven que recientemente fue sentenciado a 5 años de prisión por filmar los actos de represión del gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera Espinosa durante la marcha del 2 de octubre de 2013. Alejandro Bautista fue acusado de “ultrajes a la autoridad en modalidad de pandilla”, delito considerado grave a conveniencia de las autoridades, que de esta manera tratan de desalentar la ola de protestas que se les ha ido encima por las políticas antipopulares que han impuesto a la población, como las reformas educativa, fiscal y energética por parte del gobierno federal de Enrique Peña Nieto, y los actos represivos y aumento a la tarifa del Metro por parte del gobierno perredista encabezado por Miguel Ángel Mancera.

A todo esto se agrega la inseguridad y violencia extrema en todo el país, que mantiene los mismos índices que se dieron el sexenio pasado, y los actos de corrupción extrema que se dan en casi todas las delegaciones políticas del D.F., y dependencias federales, así como la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos.

Hoy, ambos gobernantes, el de la derecha, Peña Nieto, y el de la “izquierda”, Mancera Espinosa, son abiertamente repudiados por sectores sociales muy amplios, a grado tal que la popularidad que tuvieron cuando asumieron sus cargos hoy está por los suelos. Peña Nieto es recriminado y Miguel Ángel Mancera es abucheado.

Ante este panorama, muchas sorpresas nos depara el futuro, sobre todo en los procesos electorales que se vienen, en los que muchos políticos, pertenecientes a todos los partidos, tendrán dificultades serias para convencer al electorado de acudir a las casillas electorales a votar por ellos. Después de todo, con justa razón tal vez les pregunten: ¿por qué debo de votar por ti si tu partido aprobó la reforma fiscal, gracias a la cual hoy pago más impuestos? ¿Por qué debo de darte mi sufragio si fuiste uno de los que levantó el dedo para entregar nuestro petróleo a las empresas extranjeras? ¿Por qué debo de elegirte si no me proteges de la delincuencia organizada?

Y ninguno podrá decir que sus partidos políticos no han colaborado para perjudicar al pueblo de México de alguna u otra manera, ya que tanto el PRI como el PAN y el PRD, y los demás partidos satelitales de “izquierda” y derecha han hecho lo propio para tener al pueblo de México en las condiciones de sometimiento y pobreza en las que se encuentra.

Ojalá y estos golpes que estamos recibiendo por parte de nuestros gobernantes nos hagan reflexionar y tomar otro camino en el amplio espectro de la política, que siempre nos ofrece otro tipo de alternativas para salir adelante, y una de ellas es abandonar masivamente el esquema de partidos políticos, que tanto daño nos ha hecho, y adoptar el régimen ciudadano con los mejores exponentes que tenemos. Las candidaturas ciudadanas parecen ser la única opción para que nuestro país salga adelante.