Aispuro, el desaseo; Enríquez, la presión política

Fernando Miranda Servín.

El día de ayer el alcalde de Durango, Dr. José Ramón Enríquez Herrera, anunció en su cuenta de Twitter que el proceso de entrega-recepción del municipio que gobierna fue declarado nulo por irregularidades, y que llamarán a declarar al ex alcalde priísta Esteban Villegas Villarreal, al alcalde que lo sustituyó hacia el final del trienio pasado, Carlos Emilio Contreras Galindo, y al ex Contralor municipal, Reyes Ávila Ontiveros.

El anuncio oficial lo dio a conocer la Contralora municipal Rocío Marrufo Ortiz, quien señaló que la información que recibieron de los funcionarios que dejaron sus cargos en todas las dependencias municipales no es congruente pues lo mismo descubrieron activos fijos que ya no se encontraban como infinidad de “aviadores” y ausencia de información del estado real de las cuentas bancarias.

Al rechazar la entrega-recepción, el gobierno del Dr. Enríquez Herrera ha enviado a la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE) toda esa documentación que sustenta todas esas irregularidades para que sea esta instancia la que determine si hay delitos que perseguir y señale a los responsables, aunque en el aspecto mediático el mismo alcalde de Durango ya señaló en una de las redes sociales de internet más populares a por lo menos tres peces gordos: los ex alcaldes Esteban Villegas Villarreal y Carlos Emilio Contreras Galindo, y el ex Contralor Municipal Reyes Ávila Ontiveros, a quienes, dijo, llamarán a declarar.

Al parecer, este procedimiento se apega a la ley por lo que esta medida ha sido más que bien aceptada por la sociedad duranguense ya que pudiera ser un augurio de que efectivamente el cambio va en serio y que por lo menos en el municipio de Durango la ciudadanía podría recuperar buena parte de lo que le fue robado durante la anterior administración priísta.

Dr. José Ramón Enríquez Herrera, alcalde de Durango, y Dr. José Rosas Aispuro Torres, gobernador de Durango. Las políticas que practican no van por el mismo camino.
Dr. José Ramón Enríquez Herrera, alcalde de Durango, y Dr. José Rosas Aispuro Torres, gobernador de Durango. Las políticas que practican no van por el mismo camino.

Pero donde las cosas sí pintan mal es en el gobierno estatal encabezado por el Dr. José Rosas Aispuro Torres, quien en esta delicada faceta ha comenzado con el pie izquierdo, pues mientras el alcalde de Durango ha dado señales de querer poner en el banquillo de los acusados a los verdaderos peces gordos que ocasionaron graves descalabros al erario municipal, el gobierno aispurista optó por encarcelar de manera desaseada a una ex funcionaria de segundo nivel, la ex subsecretaria de Egresos de la secretaría de Finanzas del gobierno priísta que recién acaba de entregar el poder, C.P. Leonor Gutiérrez Flores, por los delitos de “incumplimiento, ejercicio indebido y abandono del servicio público”

“La servidora pública ocultó información y documentos que se encontraban bajo su custodia y responsabilidad y, de acuerdo con los tiempos legales del proceso de Entrega-Recepción, fue omisa a pesar de que fue requerida en dos ocasiones en su domicilio particular por el Órgano Interno de Control adscrito a la Secretaría de Finanzas para que cumpliera con la acción legal correspondiente”, indicaron funcionarios estatales.

Sin embargo, este pretendido golpe mediático del gobierno del Dr. Aispuro Torres parece ser que le está saliendo muy contraproducente pues el padre de la ex funcionaria encarcelada, el conocido arquitecto Guillermo Gutiérrez, en conferencia de prensa señaló que su hija “fue detenida de manera arbitraria, sin una orden de aprehensión, sin argumentos sólidos ya que en tiempo y forma entregó la documentación. Fue la nueva subsecretaria de egresos quien se negó a recibir la dependencia el 15 de septiembre, y pese al intento de mi hija de realizar después este trámite, nunca fue atendida antes de que venciera el plazo el 28 de octubre, señaló el Arq. Guillermo Gutiérrez, ante los medios de comunicación estatales.

Sin duda alguna, esta medida coercitiva nada apegada a derecho, nos recuerda las detenciones burdas que se llevaron a cabo durante el gobierno anterior del priísta Jorge Herrera Caldera y que no dejaron en la ciudadanía más que un mal sabor de venganza personal.

Los padres de la C.P. Leonor Gutiérrez Flores denunciando el encarcelamiento arbitrario de su hija.
Los padres de la C.P. Leonor Gutiérrez Flores denunciando el encarcelamiento arbitrario de su hija.

Por lo que sea, ahora este tropiezo mediático mete al gobernador José Rosas Aispuro en camisa de once varas pues si bien la prensa oficialista de Durango anunció con bombo y platillo esta detención (sin orden de aprehensión), el gozo no le duró bastante al orindo de Tamazula pues inmediatamente las principales redes sociales de internet comenzaron a estallar sobremanera con miles de comentarios criticando y exigiendo al mandatario estatal fincar ya de inmediato responsabilidad penal a los auténticos saqueadores de Durango, como el ex gobernador Jorge Herrera Caldera y sus principales secretarios: la de Finanzas, C.P. María Cristina Díaz Herrera; el de Salud, Dr. Eduardo Díaz Juárez y la directora de Administración de esta secretaría, María de Lourdes Eugenia Díaz Herrera; y el de Obras, César Guillermo Rodríguez Salazar. Estos sí verdaderos saqueadores ampliamente reconocidos por la sociedad duranguense.

Por lo anterior, el encarcelamiento de un mero chivo expiatorio como lo es la C.P. Leonor Gutiérrez Flores pone ahora al Dr. Aispuro en la obligación de encarcelar también, ya, de inmediato, a todos los arriba mencionados, pues en un gobierno que presumió en su campaña electoral sería progresista la ley no puede ser selectiva ni aplicarse a capricho.

Es deseable que el gobierno del Dr. Aispuro, con la misma premura con que detuvo a la contadora Gutiérrez Flores, detenga (ahora sí con órdenes de aprehensión) y encarcele a quienes robaron miles de millones de pesos a los duranguenses. De no ser así, el Dr. Aispuro no estará más que confirmando su condición de demagogo profesional, y en los inicios de su sexenio estaría perdiendo lo más valioso que puede tener un político: CREDIBILIDAD.