La mafia que se quedó en el ICED

Fernando Miranda Servín.

El Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) parece ser una empresa particular de la que se adueñaron varios vivales desde hace más de una década. Casi desde su fundación, en el sexenio del ex gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, gobernadores entran y salen, incluyendo este del gobierno “del cambio”, pero una pequeña mafia burocrática siempre ha permanecido inamovible.

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“Al parecer no los corren porque saldría muy caro para el gobierno liquidar a estos directivos”, comenta uno de los empleados del ICED. Pero en corto, mucho más caro le ha salido al pueblo de Durango que estos funcionarios hayan ocupado esos cargos y los sigan ocupando, un tanto por los saqueos millonarios que han cometido y otro tanto por haber sumido a esta entidad norteña en el último lugar de las estadísticas nacionales en cuanto a cultura se refiere.

Así, en esta debacle cultural permanente en la que la mayoría de los creadores duranguenses solo han recibido migajas del erario, menos de media docena de individuos se han enriquecido embolsándose para sí lo que a aquellos les corresponde, haciendo negocios particulares con los recursos públicos y asaltando la nómina de este instituto incrustando en ella a multitud de familiares, novias, amantes y amigos. ¿La Política Cultural? ¿El Desarrollo Cultural de Durango? ¿El Fomento Cultural y el apoyo a los verdaderos trabajadores de la cultura duranguenses? Esos son conceptos todavía inexistentes y por lo mismo inaplicables. Todo eso puede esperar quién sabe cuántos años más, pues la mafia que se incrustó en el ICED desde hace dos sexenios llegó para quedarse.

Sin duda alguna, con la derrota del PRI en las pasadas elecciones del 5 de junio la ciudadanía pensó que muchas cosas cambiarían en el estado de Durango, y una de esas cosas sería precisamente la situación insoportable que se presentaba en el ICED, con sus directores generales despóticos e ineficaces, rodeados de un aparato burocrático saqueador, delincuencial.

Pero no tuvo que pasar mucho tiempo para que la ciudadanía y buena parte de la clase artística duranguense se convenciera de que en el ICED  no llegaría el tan ansiado cambio.

Con el nombramiento como directora del ICED de la perredista Socorro Soto Alanís, hecho por el gobernador José Rosas Aispuro Torres, se esperaba que más que una cuota de poder otorgada al PRD la designación de esta “activista política” sería precisamente un mensaje de que los días de esa pequeña mafia burocrática altamente nociva estaban contados, pero con mucha desazón los duranguenses han atestiguado que no es así, pues esta directora, lejos de hacer a un lado de inmediato a esta camarilla y rodearse de colaboradores afines a su supuesta ideología “izquierdista” o de “vanguardia”, rápidamente comenzó a “trabajar” con ellos codo a codo, volviéndose, al paso de los días y los meses, parte de esta mafia y una mera figura decorativa.

Víctor Hugo Galván Ortega, director de Promoción y Difusión. “Moches”, negocios particulares con recursos públicos y cláusulas de “confidenciabilidad” han sido la especialidad de este funcionario durante los últimos dos sexenios priístas.
Víctor Hugo Galván Ortega, director de Promoción y Difusión. “Moches”, negocios particulares con recursos públicos y cláusulas de “confidenciabilidad” han sido la especialidad de este funcionario durante los últimos dos sexenios priístas.

Hoy, para sorpresa de todos, en el ICED sigue mandando el director de Promoción y Difusión, Víctor Hugo Galván Ortega, personaje harto conocido en el medio cultural por los “moches” que suele exigir a artistas y prestadores de servicios, y por haber sido todos estos años el organizador del Festival Revueltas, a través del cual se ha beneficiado y ha beneficiado a una empresa en particular, Lado Bussines Entertaiment, del prestanombres Jacobo Márquez Herrera, “quien cada año se lleva más de la mitad del presupuesto de este festival, sin sujetarse a procesos de licitación ni ninguna regulación”, como lo manifiesta un trabajador de este instituto.

A este funcionario opaco, Víctor Hugo Galván Ortega, le debemos los contribuyentes no saber exactamente en qué y cómo se gasta el presupuesto millonario de este festival por haber implementado sus ya célebres cláusulas de “confidenciabilidad” en los contratos que el ICED realiza con los artistas foráneos que se presentan en el Festival Revueltas.

Pero aparte de este personaje, hay otros que también han contribuido en igual grado de negatividad para que Durango siga hundido, sin ninguna esperanza de progreso cultural.

Luis Valderrama Chairez, director de Recursos Humanos. Tráfico de plazas e interinatos, y contrataciones nepotistas. Más de una década abusando del poder.
Luis Valderrama Chairez, director de Recursos Humanos. Tráfico de plazas e interinatos, y contrataciones nepotistas. Más de una década abusando del poder.

“Luis Valderrama Chairez ha sido Jefe de Recursos Humanos del ICED desde el gobierno de Ismael Hernández Deras, este funcionario se ha asignado sueldos superiores a los 30 mil pesos mensuales para sí mismo y para un numeroso grupo de personas que forman parte de su séquito selecto”, denuncia un trabajador de este instituto.

C.P. Cristina Payán González, directora de Finanzas y Administración del ICED. Desde el sexenio anterior ocupa el mismo cargo. Los proyectos llamados “Fortalecimiento de Espacios” y “Campañas de Animación” han sido las “cajas chicas” de las que ha desviado millonarios recursos para beneficiar a su séquito de amigos contadores públicos que cobran como “artistas” en este instituto.
C.P. Cristina Payán González, directora de Finanzas y Administración del ICED. Desde el sexenio anterior ocupa el mismo cargo. Los proyectos llamados “Fortalecimiento de Espacios” y “Campañas de Animación” han sido las “cajas chicas” de las que ha desviado millonarios recursos para beneficiar a su séquito de amigos contadores públicos que cobran como “artistas” en este instituto.

“Luis Valderrama Chairez metió a trabajar al ICED a su amiga Magdalena Argüelles Campos, a su hermano José Argüelles Campos como Administrador de la Escuela de la Música Mexicana; a Alma Delia Argüelles Campos como secretaria de la directora de Finanzas y Administración, C.P. Cristina Payán González, y hasta a la pareja de José Argüelles, Rosa Oralia Escobedo Martell, como secretaria con sueldo preferencial.

“Valderrama siempre le da a su gente los interinatos y siempre son los primeros en recibir plazas”, denuncia otro de los empleados del ICED que solicitan el anonimato por temor a sufrir represalias laborales.

Por si fuera poco, Valderrama Chairez, señalan los denunciantes, “valiéndose de su puesto de Jefe de Recursos Humanos metió a trabajar a su hija, Claudia Alejandra Zamora García, como maestra del CIAC; al marido de ésta, Adalberto Sifuentes, como bibliotecario, y al resto de sus familiares: Eber Eruviel Zamora Vargas y Daniel Zamora Vargas como maestros de la Escuela de la Música Mexicana. En Gómez Palacio, Valderrama Chairez también hizo de las suyas metiendo a su amigo Absalón Rosales Ruiz como Director de la Casa de la Cultura, y a su también amigo Juan Álvaro Nájera Méndez como administrador”, concluyen.

Pero uno de los personajes principales en el saqueo que se llevó a cabo en el ICED durante el sexenio pasado es sin duda la directora de Finanzas y Administración, C.P. Cristina Payán González.

“Cristina Payán ha cometido infinidad de tropelías con el presupuesto del ICED”, revelan los empleados.

Cristina Payán González llegó al ICED a principios de 2013, cuando el Lic. Rubén Ontiveros Rentería fue nombrado director de este instituto: “Fue impuesta por la C.P. María Cristina Díaz Herrera, ex secretaria de Finanzas del gobierno de Jorge Herrera Caldera”, refieren los trabajadores entrevistados.

“Con la C.P. Cristina Payán se agudiza la corrupción en el ICED con desvíos millonarios de recursos federales. Tan solo en el año 2015 la federación entregó 34 millones al ICED para realizar actividades culturales, y por lo menos un tercio de este presupuesto fue desviado por la C.P. Cristina Payán; esto se puede comprobar con los resultados que arrojó la auditoría que realizó ese año la Contraloría estatal, resultados que no coinciden con el informe que Cristina Payán entregó a la Secretaría de Cultura”, denuncian los empleados del ICED.

“Compensaciones” a sus colaboradores cercanos entregadas a través de pagos disfrazados a proveedores de servicios y millones de pesos pagados a su séquito de amigos contadores públicos que cobraban (y siguen cobrando) como “artistas” son solo la punta del iceberg de las actividades ilegales que esta funcionaria ha realizado en el ICED.

Hoy, acusan los empleados de este instituto, “la directora Socorro Soto se ha aliado con la C.P. Cristina Payán para correr a los empleados de abajo, algunos de los cuales fueron fundadores del ICED, y mantener en sus puestos a los principales directivos corruptos como Víctor Hugo Galván Ortega, Luis Valderrama Chairez y la misma Cristina Payán González”.

Socorro Soto Alanís, directora del ICED. Para los artistas locales no hay recursos, pero uno de sus primeros actos como directora del ICED fue contratar a la cotizada cantante Guadalupe Pineda. Ahora, esta otrora “activista política” perredista protege y mantiene en sus cargos a esos mismos funcionarios corruptos contra quienes protestaba en las calles de Durango.
Socorro Soto Alanís, directora del ICED. Para los artistas locales no hay recursos, pero uno de sus primeros actos como directora del ICED fue contratar a la cotizada cantante Guadalupe Pineda. Ahora, esta otrora “activista política” perredista protege y mantiene en sus cargos a esos mismos funcionarios corruptos contra quienes protestaba en las calles de Durango.

Esta última, Cristina Payán González, detallan los trabajadores, “inclusive en la pasada campaña electoral apoyó abiertamente al candidato del PRI, Esteban Villegas. Amparo Soto Irigoyen, administradora de la librería José Revueltas, es una conocida lideresa del PRI a la que Cristina Payán le entregó fuertes recursos materiales y económicos para apoyar a su partido”.

Otro personaje que aunque no pertenece a este grupo hamponeril también es altamente peligroso para los contribuyentes pues se ha especializado en saquear el erario, es el Coordinador de Patrimonio Cultural, Dr. Alberto Ramírez Ramírez. Este funcionario tiene antecedentes graves de corrupción cuando ocupó el cargo de delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Durango, de noviembre de 1999 hasta noviembre de 2013. “En el año 2009, como delegado del INAH, incluyó a la ex Hacienda Juana Guerra, ubicada en el municipio de Nombre de Dios, en la lista de monumentos del Patrimonio Mundial de la UNESCO; en 2010, Alberto Ramírez Ramírez compró esa hacienda y de inmediato autorizó el proyecto denominado ‘Mantenimiento de Obra Menor en la Ex Hacienda de Juana Guerra’, con un monto de un millón de pesos; en 2011 autorizó el proyecto llamado ‘Conservación del Sitio Juana Guerra, Patrimonio Mundial de la UNESCO’, también con un monto de un millón de pesos”, revela la fuente. Hoy, el Dr. Alberto Ramírez Ramírez es colaborador cercano de la directora del ICED, Ing. Socorro Soto Alanís.

Así las cosas, la flamante directora del ICED del “gobierno del cambio”, la conocida perredista y “activista política” Ing. Socorro Soto Alanís, es quien protege y mantiene en sus cargos a esta misma mafia que durante los sexenios priístas destruyó el desarrollo cultural de Durango, una mafia que solo ha velado por sus intereses muy particulares, importándole muy poco la problemática por la que atraviesan los auténticos creadores duranguenses.