Los corruptos de Aispuro
Fernando Miranda Servín.
A casi un año de haber tomado posesión de su cargo, el gobernador duranguense José Rosas Aispuro Torres se ha venido caracterizando más por la acumulación de promesas incumplidas que por los logros positivos que ha tenido. También, la incompetencia y corrupción de buena parte de los integrantes de su gabinete ha sido más que evidente.
Son muchas cosas las que Aispuro Torres le viene debiendo a la ciudadanía, y aunque es cierto que ha encarcelado a un par de personajes ligados a actos de corrupción cometidos durante el sexenio pasado (la ex subsecretaria de Egresos, C.P. Leonor Gutiérrez Flores, ya en libertad, y el primo del ex gobernador, Rafael Herrera Piedra, aún en prisión), no ha logrado convencer al electorado que lo eligió el 5 de junio de 2015, pues dichos encarcelamientos parecen formar parte de negociaciones políticas y no de verdaderos ánimos de aplicar la ley, ya que hasta el momento las responsabilidades penales fincadas a los arriba mencionados fueron benévolas, no se consideran graves.
Por otro lado, son varios más los altos ex funcionarios de la pasada administración que para nada han sido tocados ni molestados por el corto brazo de la ley aispurista, por lo que se ve muy lejana la posibilidad de que esos malos ex servidores públicos le devuelvan a los contribuyentes duranguenses los miles de millones de pesos que se robaron.
Ahora, en lo concerniente a su gobierno, llama la atención la notoria complacencia que el gobernador Rosas Aispuro tiene hacia algunos funcionarios de su gabinete, así como el caso omiso que hace a los reclamos y denuncias ciudadanas que le señalan los actos de corrupción e ineficiencias que estos cometen.
Fueron muchas las promesas que Aispuro Torres hizo en su campaña electoral, y una de ellas fue no incluir en su gobierno a funcionarios que no cubrieran el perfil para ocupar determinados cargos. Pero una cosa es lo que los políticos dicen en sus campañas electorales para ganar votos y otra cosa muy diferente es lo que hacen cuando ya son gobernantes.
Hoy, a pesar de que este medio de comunicación desde hace más de cuatro meses hizo eco de una denuncia ciudadana señalando el absurdo nombramiento del Dr. Alberto Ramírez Ramírez como Coordinador de Patrimonio Cultural del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), éste continúa ocupando su puesto solapado por el mismo gobernador Aispuro Torres, ante el malestar de miles de duranguenses que han manifestado su indignación en las redes sociales.
Como se sabe, Alberto Ramírez Ramírez es poseedor de un pesado expediente de corrupción como ex delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Durango, puesto que ocupó de 1999 a 2013.
En el año 2009, como delegado del INAH en Durango, de manera premeditada y maliciosa incluyó a la Ex Hacienda Juana Guerra, ubicada en el municipio de Nombre de Dios, en la lista de monumentos del Patrimonio Mundial de la UNESCO, al mismo tiempo que comenzó a hacer trámites notariales para adquirir esta propiedad.
Experto en la materia pues sabía el valor histórico de la Ex Hacienda de Juana Guerra, en 2010 Alberto Ramírez Ramírez la compró a un precio irrisorio a sus propietarios originales, unos ejidatarios, y casi a la velocidad de la luz, como delegado del INAH en Durango, de inmediato autorizó el proyecto llamado “Mantenimiento de Obra Menor en la Ex Hacienda de Juana Guerra”, con un monto de un millón de pesos; en 2011, sin dudarlo ni un segundo, autorizó el proyecto llamado “Conservación del Sitio Juana Guerra, Patrimonio Mundial de la UNESCO”, también con un monto de un millón de pesos.
Con este dinero de los contribuyentes, Alberto Ramírez Ramírez no solo remodeló la derruida Ex Hacienda de Juana Guerra sino también construyó en sus terrenos una lujosa mansión.
Desde entonces a la fecha, este vivales ocupa este inmueble como su residencia particular.
Así, ante la complacencia del gobernador José Rosas Aispuro Torres, Alberto Ramírez Ramírez desde el inicio del sexenio “del cambio” ocupa el cargo de ¡director de Patrimonio Cultural del ICED!, en un acto que realmente eriza la piel pues los ciudadanos no sabemos en qué momento este personaje volverá a hacer de las suyas para apoderarse de algún otro monumento histórico.
Así las cosas, el ICED sigue siendo una parcela de poder, pues aún hay directivos de la pasada administración priísta que siguen ejerciendo su influencia ante la complacencia de su directora, la “activista izquierdista” Socorro Soto Alanís, quien rápidamente se adaptó al entramado de corrupción que siempre ha existido en esta institución.
En marzo pasado, Socorro Soto despidió a 20 trabajadores pero contrató a 15 con sueldos muy superiores a los que ganaban los que se fueron, egresos que representan para el ICED un millón de pesos más respecto al último año del anterior sexenio priísta. Ahora, esta funcionaria ha anunciado el regreso a la secretaría de Educación estatal de 100 “comisionados” que “laboraban” en el ICED, por lo que se esperan nuevas contrataciones de personal afín al gobierno “del cambio” con sueldos estratosféricos.
Con Socorro Soto continúan las adjudicaciones de contratos amañados a prestadores de servicios para beneficiar a amigos y familiares de determinados funcionarios de este instituto.
Socorro Soto desapareció el Museo de la Numismática e impuso como director de la Escuela de la Música Mexicana al ex director del IMAC, Lauro Arce Gallegos, muy allegado al ex alcalde priísta Esteban Villegas Villarreal.
En septiembre próximo, los duranguenses esperan que haya cambios importantes en el gabinete del gobernador Aispuro Torres, y no son pocos los secretarios, jefes, asesores políticos y directores que encabezan la lista de funcionarios nocivos que están perjudicando a la ciudadanía y que son fuertemente señalados en las redes sociales, que desde hace tiempo se han convertido en el medio de comunicación social más poderoso para generar opinión y tendencias.
Entre los funcionarios del gobierno de coalición panista-perredista, que encabeza el gobernador Aispuro Torres, y que son más mencionados en las calles de Durango y en las redes sociales para abandonar sus cargos por ineficaces y/o corruptos, se encuentran el secretario de Salud, Dr. César Humberto Franco Mariscal, quien con su equipo de déspotas y prepotentes ya realiza los mismos negocios particulares con recursos públicos que realizaban los funcionarios del corrupto gobierno priísta, y nomás no resuelve el grave desabasto de medicina y equipo médico que afecta tanto al personal de esta institución como a los derechohabientes; el Fiscal General, Lic. Ramón Guzmán Benavente, quien, aparte de no abatir la delincuencia que ha aumentado alarmantemente en Durango, sigue protegiendo a los taxistas piratas y a los narcomenudistas que actúan libremente en la capital de esta entidad; el secretario de Seguridad Pública, Francisco Javier Castrellón Garza, que utiliza los recursos de esta secretaría como bienes particulares, como el parque vehicular y aeronaves que facilita a familiares y amigos; el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Ing. Arturo Enrique Salazar Moncayo, funcionario que tras bambalinas consiente la exigencia de “moches” del 10% a empresarios de la construcción a través de terceros muy allegados al “gobierno del cambio”; la directora del ICED, Socorro Soto Alanís, y el director del Instituto Estatal del Deporte, Alejandro Álvarez Manilla, quien a casi un año de haber tomado posesión de su cargo no ha presentado a la ciudadanía su proyecto de política pública que saque a Durango del atraso en que se encuentra en materia deportiva, y por lo regular nadie lo encuentra en sus oficinas ni contesta llamadas de los deportistas, pues se la pasa de tiempo completo en eventos oficiales muy ajenos a sus funciones.
También, en las redes sociales la ciudadanía menciona a algunos familiares del gobernador Aispuro Torres y de su esposa, la presidenta del DIF estatal, Elvira Barrantes, que realizan funciones fácticas, es decir, que ejercen un mando sin ocupar ningún cargo de servidores públicos. ¿Dónde habrá visto esto antes la ciudadanía duranguense?
Algo tendrá que hacer el gobernador Aispuro Torres para darle certeza a su incipiente sexenio y que la ciudadanía confíe completamente en él pues las políticas mediáticas de relumbrón jamás podrán suplir a las políticas sociales que verdaderamente beneficien a la ciudadanía, de otra manera en el 2022 la ciudadanía estará exigiendo que él o alguno de sus más cercanos colaboradores o parientes ocupen el lugar del actual preso más distinguido de Durango.