El mediocre Festival Revueltas
Fernando Miranda Servín.
Cuando la ciudadanía duranguense votó por el cambio pensó que las cosas realmente cambiarían para bien, pero hoy, con marcada desilusión, ha venido atestiguando que el gobierno de José Aispuro Torres está actuando con mucha similitud a las anteriores administraciones priístas corruptas. Hoy, el tema que ya es motivo de molestia en las redes sociales y en los hogares de los duranguenses es la desafortunada organización del Festival Revueltas.
Hace un año, en el inicio del sexenio aispurista, hubo mucho interés por saber quién sería nombrado como director o directora del Instituto de Cultura del Estado de Durango, sin duda alguna un cargo importante ya que representaría para este nuevo gobierno, formado por la coalición de los partidos PAN y PRD, uno de sus principales contactos directos con la ciudadanía.
Se mencionaron varios nombres, pero hubo uno que destacó entre todos por tratarse de una conocida activista de “izquierda”, militante del PRD y férrea crítica de las políticas culturales que se practicaron durante los gobiernos priístas corruptos que dominaron esta entidad norteña los últimos 90 años. Así, el nombramiento de la Ing. Socorro Soto Alanís como directora del ICED no causó mucha sorpresa, aunque sí muchas expectativas entre la clase cultural duranguense vanguardista en el sentido de que ahora sí cambiaría el rumbo de la cultura en Durango y que este estado dejaría de ocupar los últimos lugares en el espectro de las estadísticas nacionales.
Con la llegada de Socorro Soto Alanís a la dirección del ICED se esperaba una limpia verdaderamente sustancial de esa burocracia perniciosa que tanto daño le hizo a los duranguenses en materia cultural (y económica también) pero, aunque fueron liquidados algunos personajes sórdidos, ya harto conocidos por el ejercicio de graves corruptelas, otros continúan hasta la fecha incrustados en la nómina de este instituto. Y, lo peor, este gobierno “del cambio” ha puesto mucho de su parte sumando a nuevos elementos que en nada se distinguen de aquellos que se fueron por incompetentes y/o corruptos.
Hoy, uno de estos flamantes funcionarios del ICED está en el ojo del huracán dentro de los corrillos culturales, políticos y sociales de Durango, pues, a todas luces, la responsabilidad de organizar, junto con Socorro Soto, lo que debería ser un prestigiado Festival Revueltas, le quedó demasiado grande.
Se trata del director de Promoción y Difusión del ICED, C. Daniel Hernández Vela, joven proveniente de la clase empresarial duranguense, relacionado con medios radiofónicos de carácter netamente comercial y, a lo que se ve, nombrado en este puesto más como pago de una de tantas facturas políticas del gobernador Aispuro Torres que por sus capacidades profesionales en el ramo de la cultura.
Superada en mucho la controversia sobre lo que es cultura y entretenimiento, hay servidores públicos como este que aún se empeñan en pretender timar a la ciudadanía ofreciéndole gato por liebre, sacarosa en lugar de miel o latón por oro. Y lo peor de todo es que ante los medios de comunicación locales este funcionario reconoce que en este Festival Revueltas, organizado por él y por la directora de este instituto, “hay 29 eventos catalogados como comerciales, pero también habrá 300 eventos netamente culturales”.
Lo que no menciona el ciudadano Daniel Hernández Vela (cuyo currículum no aparece en la página oficial de Transparencia del gobierno de Durango y por lo tanto se desconoce si tiene alguna experiencia en cargos públicos relacionados con la cultura), es que más de la mitad del presupuesto de 30 millones de pesos asignado a este festival será destinado al pago de esos eventos comerciales, es decir, de entretenimiento, que nada tienen que ver con el concepto estricto de la cultura, y que comprenden las contrataciones de artistas como la grupera Ana Bárbara, la baladista Edith Márquez, y cantantes como Mijares, Carlos Rivera y David Bisbal, entre otros que cobran cantidades millonarias por sus actuaciones, sin contar que otra buena tajada de ese presupuesto se la llevará uno que otro “promotor artístico” ex empleado celebérrimo de este instituto.
Así las cosas, la cultura en Durango, igual que con los anteriores gobiernos priístas corruptos, quedará nuevamente apagada por los eventos de entretenimiento, y esas cantidades millonarias del erario, que deberían de servir para realmente apoyar a los creadores duranguenses y fomentar la cultura en todos los rincones del estado, irán a parar a unas cuantas bolsas.
Con la permanencia en el ICED de buena parte de funcionarios corruptos pertenecientes a las anteriores administraciones priístas, no se duda que en la organización de este Festival Revueltas haya tenido injerencia directa aquél ex director de Promoción y Difusión del ICED, ahora convertido en “promotor artístico”, Víctor Hugo Galván Ortega, ya que la programación que ha presentado este instituto es una vil copia de lo que este personaje nefasto acostumbraba ofrecerle a los duranguenses. Tampoco se descarta que en este entuerto haya metido las manos el actual director de la Escuela de la Música Mexicana, Lauro Ortega Arce, ex director del IMAC en la última administración priísta municipal de Durango, y que como tal no cantó mal las rancheras organizando el Festival Ricardo Castro con este tipo de carteleras.
Por otro lado, debe mencionarse también el papel que está representando el Secretario Técnico de este instituto, Mtro. José Humberto López Medrano, de quien la clase artística duranguense esperaba muchísimo más que la actuación intrascendente que está llevando a cabo, dejándonos ver que al fin de cuentas pesó más su amistad con el gobernador Aispuro Torres que sus verdaderas facultades para desempeñar un cargo de esa categoría.
Sin duda alguna, el presupuesto de 30 millones de pesos, que el mismo director de Promoción y Difusión del ICED, C. Daniel Hernández Vela, manifestó en los medios que tendrá el Festival Revueltas 2017, es un presupuesto histórico, y considerando que precisamente por manejar ese tipo de programaciones ajenas al quehacer cultural la federación, a través de la Secretaría de Cultura, desde el sexenio pasado dejó de entregar recursos financieros a este instituto para la organización de este evento, sería deseable conocer qué tipo de movimientos financieros hizo el habilidoso secretario de Finanzas y de Administración del gobierno aispurista, C.P. Jesús Arturo Díaz Medina, para disponer de semejante suma de dinero que, según fuentes del gobierno estatal, no estaba etiquetada para tales fines.
Es obvio que en este trance existe un evidente desvío de recursos estatales y federales en detrimento de programas sociales, de obras o de desarrollo económico, que no sería tan relevante y oneroso si efectivamente este festival fuera absolutamente cultural y se pareciera un poco al Festival Cervantino; pero por el contrario, esa importante suma de dinero distorsiona la imagen del ICED presentándolo como una mera agencia de eventos de entretenimiento, sacándolo totalmente de su marco jurídico de actuación y anulando su misión institucional, que es la de PROMOVER Y FOMENTAR LA CULTURA EN TODO EL ESTADO DE DURANGO.
Viendo cómo nuestro dinero se va a ir a la basura durante este mes de octubre en que se llevará a cabo este festival, mejor hubiera sido donarlo a los damnificados por los terremotos y ciclones de la Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Morelos y Puebla, o poner al corriente la obligación constitucional que tiene el ICED de proporcionar seguros de retiro y vivienda a sus trabajadores, considerando su antigüedad, o pagar los litigios que tiene pendientes por despidos injustificados… destinarlo a cualquier cosa que beneficiara a los ciudadanos duranguenses.
Al parecer, ni a la directora del ICED, Socorro Soto Alanís, ni al Secretario Técnico, Mtro. José Humberto López Medrano, ni al director de Promoción y Difusión, C. Daniel Hernández Vela, les sirvió observar (si es que lo hicieron) el pasado Festival Ricardo Castro, organizado por el Instituto Municipal del Arte y la Cultura de Durango, cuyo titular es el Maestro Claudio Herrera Noriega, que si bien tuvo sus tropiezos no dejó de ser una muestra de lo que debe ser un auténtico festival cultural.
Por desgracia, este es el panorama a nivel estatal que se vive en Durango en este rubro: cuando se pensaba que no podía haber alguien peor que los anteriores directores del ICED de los regímenes priístas, llegó la Ing. Socorro Soto Alanís con este gobierno “del cambio”, y cuando no nos imaginábamos que pudiera existir un director de Promoción y Difusión del ICED más nefasto que Víctor Hugo Galván Ortega, el gobernador Aispuro Torres nos presenta al ciudadano Daniel Hernández Vela.
En fin, así es esto de la política cuando la ejercen personajes sin escrúpulos que ven a las instituciones públicas como sus empresas particulares.