Plácido Domingo y la rapiña cultural en Durango

Fernando Miranda Servín.

Sobre el exagerado costo de 16 millones de pesos del concierto del tenor español Plácido Domingo en Durango y los documentos del contrato que circulan en las redes sociales, hay mucho qué abundar.

Existen productoras de espectáculos que venden este y otro tipo de conciertos en paquete, ellos le llaman “puesto en sitio”. Las instituciones contratantes les pagan un monto pactado y ellos se encargan de contactar y contratar al artista, pagar vuelos, hotel, ground support, escenario, sonorización, etc. Por lo tanto, unas productoras cobran más que otras de acuerdo a cómo se manejen esas variables. Esto mismo sucede en la obra pública, en donde hay infinidad de intermediarios que hacen subcontrataciones que dan pie a los detestables “moches” entre cliente y proveedor, “moches” que al final de cuentas paga la ciudadanía.

El tenor español Plácido Domingo, varias manos recibirán dinero fácil en Durango a costa de su talento.

En el sexenio pasado, el ex director del Festival Revueltas, Víctor Hugo Galván Ortega, tenía a su proveedor favorito, “Lado B”.

El gobierno “del cambio” también tiene a sus proveedores favoritos: Gerardo Cardoso Estevané, Francisco Palos Chávez y Promoción, Cultura y Entretenimiento S.A. de C.V., que son los más notorios.

Podría entenderse que hay compromisos de campaña, pero el saqueo que se está llevando a cabo es aberrante: 16 millones en una sola presentación es inaceptable por cualquier lado que se le vea.

Nada más para que la ciudadanía reflexione un poco, aquí les damos unos datos muy superficiales: El vuelo sencillo México-París primera clase anda en 30 mil pesos, doble 60 mil. Suponiendo que Plácido Domingo traiga 20 ayudantes, se gastarían 1 millón 200 mil pesos. Los vuelos más lujosos de la Ciudad de México a Durango, poniéndolos muy caros costarían 15 mil pesos, el viaje redondo 30 mil. El tenor con sus 20 ayudantes ya gastó 600 mil. Ya va un millón 800 mil pesos.

Suponiendo que cobre 2 millones por su concierto, ya van 3 millones 800 mil pesos. En gastos de escenario, sonido y personal otro millón ya exagerando. Vamos contando 4 millones 800 mil pesos.

Que Plácido Domingo amaneció de malas porque un día antes tuvo que saludar a López Obrador en la Plaza de Armas de Durango y dijo: ‘me vale madre, les cobro un millón más’, ya van 5 millones 800 mil pesos; que el representante artístico diga lo mismo: ‘yo no saludé a López Obrador, pero saludé al senador Gonzalo Yáñez’, y quiera otro millón, ya serían 6 millones 800 mil pesos. Otros ‘moches’ varios y lo que usted quiera, otro millón, quedaría la suma en 7 millones 800 mil pesos, cerrémosla en 8 millones.

Así de inflado está el costo del concierto de Plácido Domingo que el Instituto de Cultura del gobierno del estado de Durango le está vendiendo a la ciudadanía. Un concierto que cuando mucho cuesta 8 millones se lo está cobrando en ¡16 millones!

Contrato del tenor Plácido Domingo con el ICED, por 840 mil 100 dólares. (Clic para ampliar)

Ahora, hay muchas inconsistencias jurídicas en el contrato que el ICED hizo con el tenor español, para empezar el “director ejecutivo” del Festival Revueltas, Daniel Hernández Vela, no tiene facultades ni personalidad jurídica para firmar ese tipo de documentos, por lo tanto está violando la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Durango.

Es obvio que esos recursos millonarios están saliendo del gobierno del estado porque la Secretaría de Cultura si acaso les dio 2 millones de pesos para todo el Festival Revueltas fue mucho, porque el ICED, desde el sexenio pasado con Víctor Hugo Galván, está totalmente desacreditado en esta dependencia federal.

Haciendo cuentas generales, este Festival Revueltas costará cerca de ¡50 millones de pesos! ¿Y qué nos deja culturalmente hablando? ¡Nada! Artistas carísimos y la cultura en Durango en la miseria. El CECOART ni barda tiene. Los museos se encuentran en edificios prestados (El Sabino es de Pensiones y lo presta al ICED), remodelaciones pendientes (ahí está la parte trasera del Museo Francisco Villa, en ruinas), la Biblioteca Central se está cayendo por la corrupción que hubo en su “remodelación” hecha el sexenio pasado, y la directora Socorro Soto nunca ha hecho nada.

Socorro Soto Alanís, directora del ICED, y Daniel Hernández Vela, “director ejecutivo” del Festival Revueltas, servidores públicos inescrupulosos que cada día desprestigian más y más al gobierno “del cambio”.

La Casa de la Cultura de Gómez Palacio también está cayéndose, y los maestros mal pagados. Toda la infraestructura cultural del ICED está en ruinas y las bibliotecas tienen años cayéndose a pedazos.

Con todas estas precariedades viene el señor Daniel Hernández Vela a gastarse ¡50 millones de pesos! en un Festival Revueltas lleno de corruptelas.

Ya se fue Denis Barreto por problemas “creativos” con Daniel Hernández. El Festival del Cine se fracturó porque Cristian Sida no quiso seguirle el juego a este funcionario despótico, y José de la O denunció la discriminación que ha sufrido por parte de la directora Socorro Soto.

Si algo dejaron del ICED los saqueadores del sexenio pasado, Daniel Hernández Vela y Socorro Soto se están encargando se desmantelarlo por completo.

Como dato interesante, el personal del ICED no está participando en actividades sustantivas del Festival Revueltas, Daniel Hernández Vela se las está arreglando tras bambalinas con Lucia Reinoso y su esposo Francisco Pérez (ex subdirector del IMAC).
Todos los contratos de los artistas de este Festival Revueltas son la punta del iceberg de cómo el gobierno estatal saquea millones de pesos discrecionalmente sin sujetarse a licitaciones públicas, con proveedores amigos ejecutando una rapiña espantosa.

Los dichosos “dictámenes de excepción” (figura jurídica en la que apoyan todas sus corruptelas) están mal fundamentados, y protegidos estos actos ilegales por el Consejero Jurídico del gobierno estatal, Lic. Galdino Torrecillas Herrera.

Para cualquier compra con dinero público se debe tener un estudio de mercado para obtener las mejores condiciones de precios para el estado, pero para el Festival Revueltas esto no existe, solo contratos directos y mal hechos.

Lo peor de todo esto es que apenas van dos años de gobierno y faltan cuatro festivales Revueltas más, en los que seguiremos viendo este tipo de saqueos en despoblado sin que el Congreso local haga nada pues, a lo que se ve, sus diputados han llegado a muy buenos acuerdos, tanto con el gobierno estatal como con algunos gobiernos municipales, para permitirles hacer y deshacer a su antojo.

Por todo esto, la frase que se está pronunciando cada día más en Durango es la de “estábamos mejor cuando estábamos peor”.