La violencia de género, la violencia política y Marina Vitela

Erick Miranda Gamboa.

El pasado 2 de febrero, en rueda de prensa, la “candidata única” del partido Morena a la gubernatura de Durango, Marina Vitela, acusó al senador José Ramón Enríquez Herrera de ser el autor intelectual del “peligroso” ataque a huevazos que sufrieron el dirigente nacional de este partido, Mario Delgado, y el representante estatal, Otniel García Navarro, durante su estancia en la ciudad de Gómez Palacio, lugar al que acudió Mario Delgado el pasado 29 de enero para entregar a Marina Vitela su nombramiento “legal” como candidata de Morena a la gubernatura de Durango.

A pesar de que a Marina Vitela no le tocó ningún huevazo, en su rueda de prensa manifestó que “se trata de un ataque a mi persona y a las aspiraciones del partido, además de tratarse de violencia de género. Hay actores intelectuales y actores materiales para hacer este tipo de manifestaciones. Todos tienen derecho a manifestarse, pero creo que la violencia es innecesaria. Más que la violencia de género creo que la violencia política que viví sin duda es un riesgo (sic)”.

Es por demás decir que Marina Vitela pertenece a un grupo bien identificado en Durango de mujeres que se dedican a la política y suelen utilizar el término “violencia de género” para escudarse de las duras críticas que reciben por los actos de corrupción y tropelías que con frecuencia cometen. Este grupo de políticas lo mismo militan en el PRI, en el PAN y en Morena.

En su rueda de prensa desafortunada, Marina Vitela manifestó ser objeto de violencia política por los huevazos que recibieron Mario Delgado y Otniel García por parte de militantes indignados. Lo que no comentó Marina Vitela es que esa indignación tiene su origen en la forma en la que obtuvo la candidatura de Morena para contender por la gubernatura de Durango.

a
El dirigente nacional del partido Morena y la ex alcaldesa de Gómez Palacio, Marina Vitela, en un acto reprobable de violencia política se robaron la candidatura de su partido a la gubernatura de Durango.

Y es precisamente en este punto en donde realmente se da la violencia política, no en contra de la víctima más visible, cuya relevancia a estas alturas es secundaria: el senador José Ramón Enríquez Herrera, sino en contra de la auténtica militancia de Morena y de la ciudadanía que atestiguamos cómo de la manera más infame Mario Delgado y Marina Vitela se robaron la candidatura del partido Morena a la gubernatura de Durango. Este fue un acto de violencia política.

Como ya todo mundo sabe, Marina Vitela obtuvo cero de calificación en las encuestas internas realizadas por la Comisión Nacional de Elecciones del partido Morena para definir a sus candidatos en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca y Quintana Roo. Sin embargo, a Marina Vitela le fue otorgada la candidatura, no tanto para cumplir con la “equidad de género” pues este requisito lo pudieron haber cumplido seleccionando a las aspirantes que obtuvieron las mejores calificaciones en las encuestas, sino por los compromisos que el presidente López Obrador tiene con el grupo político priista que desde 2015 le compró la franquicia de su partido en Durango.

Otro hecho que sin duda alguna representa un acto de violencia política es el haber designado a Marina Vitela como candidata a la gubernatura de Durango cuatro días antes de dar a conocer a la ciudadanía y a la militancia morenista los resultados de las encuestas.

Estos acontecimientos nulifican por completo la legitimidad de la candidatura de Marina Vitela a la gubernatura de Durango y han provocado una enorme fractura en las de por sí deterioradas estructuras de este partido en esta entidad norteña.†

Ahora, estas malas decisiones han traído como consecuencia que se haga más notorio el compromiso (pacto de impunidad) que el gobernador panista de Durango, José Aispuro Torres, tiene con el gobierno lopezobradorista, de hacer ganar las elecciones a toda costa a ese bulto llamado Marina Vitela so pena de ir a parar con sus huesos a la cárcel por la infinidad de saqueos y atropellos que ha cometido con su esposa Elvira Barrantes.

b
El gobernador de Durango, José Aispuro Torres, y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el evidente pacto de impunidad que mantienen podría inhibir la presencia de ciudadanos en las casillas electorales este próximo 5 de junio.

Por su lado, el triste paquete que le tocó a la coalición Va por Durango, integrada por los partidos PRI-PAN-PRD, con su candidato Esteban Villegas, es simple y llanamente dejarse ganar. Y eso se ha visto tan solo en las redes sociales, en donde la presencia de Marina Vitela en anuncios publicitarios es avasallante mientras el candidato priista brilla por su ausencia, de manera más que premeditada.

Todos estos actos de violencia política, pactos de impunidad, simulaciones y arreglos tras bambalinas en contra de la ciudadanía lo que van a provocar seguramente es una gran ausencia de los electores en las casillas electorales este próximo 5 de junio, pues de la misma manera en que a nadie le interesa asistir a una pelea de box arreglada, a los votantes tampoco les agrada ser utilizados en un proceso electoral previamente planchado.