Esteban Villegas, ¿de porro a gobernador?

Fernando Miranda Servín.

Debería haber una ley que impidiera que los políticos con cuentas pendientes en sus anteriores cargos participen en procesos electorales. Este es el caso del candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Esteban Villegas Villarreal, cuyo proceso de Entrega-Recepción de su administración cuando fue alcalde de Durango fue declarado nulo y se encuentra archivado en esa tapadera de corruptelas llamada Entidad de Auditoría Superior del Estado. Ahí se encuentran ocultas las pruebas de los saqueos millonarios que este político prepotente y despótico realizó junto con su séquito de ladrones.

Esteban Villegas Villarreal, el mejor representante de la mafia del poder en Durango: prepotente, despótico y corrupto.

Sí, Esteban Villegas saqueó cientos de millones del erario municipal de Durango, pero quizá lo que retrata a la perfección a este personaje y debe poner aún más alerta al electorado duranguense sean sus robos “pequeños”, como el que perpetró en los primeros días de abril de 2020 en contra de uno de nuestros jóvenes voceadores, Christian Arellano, a quien Esteban Villegas despojó de una docena de periódicos de nuestra edición número 188.
Al actual candidato priista, en ese tiempo diputado local, le molestó sobremanera que publicáramos su foto en primera plana con un cubrebocas mal puesto y con el encabezado: ESTEBAN, UN PELIGRO PARA DURANGO.

Así, en un arrebato de cólera y sin palabras de por medio, esa mañana de abril de 2020 pasó por la esquina de las calles Constitución y 5 de Febrero y sin más tomó con furia del pequeño exhibidor de periódicos una docena de ejemplares de razacero y caminó presuroso hacia el Congreso local de Durango, sin pagar los ejemplares a nuestro voceador; sí, como un auténtico ladrón, como el porro estudiantil que no ha dejado de ser.

La portada del periódico razacero que enfureció al primer porro de Durango, Esteban Villegas Villarreal.

Otra voceadora de periódicos también sufrió el desdén de este político de marras: Doña Isabel Batres, quien minutos antes de un evento político realizado en la Plaza IV Centenario se acercó al entonces alcalde de Durango, Esteban Villegas, para recordarle que aún no había recibido el pie de casa que le había prometido, a lo que el priista prepotente le contestó: “no se lo he dado y menos se lo voy a dar si sigue vendiendo ese periódico”, refiriéndose a los ejemplares de razacero que Doña Isabel Batres mostraba para su venta, en los que, para variar, aparecía una nota que denunciaba sus corruptelas.

Como estas anécdotas debe haber muchas, muchísimas mas, sobre el comportamiento porril de Esteban Villegas Villarreal contra ciudadanos vulnerables, porque con personajes de la política más poderosos que él siempre se muestra sumiso y servil, como con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien en una de sus visitas a Durango poco faltó para que lo besara y le limpiara los zapatos.

En Durango ya sabemos que Esteban Villegas es 100% corrupto, ahí está su expediente archivado en la EASE; ahí están los testimonios de sus saqueos en el municipio de Durango para beneficiar al priismo local con entregas opacas de dinero a “organizaciones sociales”, representadas por personeros tricolores; ahí está La Casa Blanca de Durango, construida con recursos públicos municipales por su ex colaborador cercano Luis Alberto Escajeda Arce, cuyo homicidio hasta el momento no ha sido esclarecido; ahí está su papel como diputado en el Congreso local de Durango, encubriendo los saqueos del gobierno panista como presidente de la JUGOCOPO.
Esteban Villegas es uno de los productos más acabados de la mafia del poder en Durango, es un peón que se ha enriquecido al amparo del poder, siempre sirviendo a sus patrones priistas: los exgobernadores Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera.

El candidato de la coalición “Va por México”, Esteban Villegas, soberbio y grosero con ciudadanos vulnerables, pero sumiso y servil con los poderosos.

Caracterizado por no cumplir sus promesas, Esteban Villegas es el candidato del absurdo, de la desconfianza, de la sinrazón, de la impunidad. ¿Por qué creer en alguien tan visceral, prepotente y corrupto como Esteban Villegas? ¿Por qué esta alianza partidista eligió al peor perfil para una contienda electoral tan importante?

Esta mala decisión pone entre la espada y la pared al electorado duranguense, pues las otras opciones presentadas por la coalición “Juntos Haremos Historia” y el partido Movimiento Ciudadano también son deplorables. Por esta razón, gane quien gane la gubernatura de Durango este próximo 5 de junio al pueblo de Durango le esperan otros seis años de saqueos, aumento de pobreza, impunidad, ingobernabilidad y ausencia total de Estado de derecho.

Algo deberá hacer la ciudadanía
para revertir este oscuro panorama.