El Sistema Local Anticorrupción de Durango, un ente podrido | La app CURA ¿millonario fraude? | Retazo con hueso
- El Sistema Local Anticorrupción de Durango, un ente podrido.
- La app CURA ¿millonario fraude?
- Retazo con hueso.
El “sistema local anticorrupción” (así con minúsculas, como la cedh) de Durango, es un “organismo autónomo” demasiado oneroso para los contribuyentes, pues no solo absorbe varios millones del presupuesto estatal sino también forma parte de la maquinaria corrupta de los gobiernos en turno.
Diseñada para no actuar ni sancionar los actos de corrupción cometidos por los principales servidores públicos de esta entidad, el “sistema local anticorrupción” ha sido muy funcional para la élite política inescrupulosa duranguense, más no así para la ciudadanía.
Un ejemplo claro de lo anterior es el actuar vergonzoso de la “fiscalía especializada en combate a la corrupción” (así con minúsculas), dirigida por el hampón Noel Díaz Rodríguez, sí, el mismo que apareció en los reportes de la SEDENA hackeados por Guacamaya Leaks, señalado por sus vínculos con grupos de la delincuencia organizada. Esta fiscalía se ha caracterizado por ser una “institución” clientelar a las órdenes del gobernador corrupto priista, Esteban Villegas Villarreal, quien determina a qué servidor público o adversario político debe investigar y consignar ante un juez.
También, este gobernador bananero le “sugiere” al titular de la FECCED a qué personajes denunciados en esta fiscalía, de su círculo cercano, debe proteger y no molestarlos, incomodarlos o tocarlos ni con el pétalo de una rosa.
Esta semana, este “sistema local anticorrupción” reafirmó su servidumbre al gobernador saqueador priista, Esteban Villegas, imponiendo como “consejera” en el “consejo de participación ciudadana” a la Dra. Magdalena Alanís Herrera, hermana del dirigente estatal del PRI, Ernesto Alanís Herrera, amigo íntimo del gobernador corrupto Esteban Villegas.
Esto, aunque digan que no, es un penoso conflicto de interés e inmoralidad política por donde quiera que se le vea. Pero en Durango la inmoralidad política, el desaseo y el cinismo se han normalizado y remachado aún más con la llegada al poder del exporro sanjuanero Esteban Villegas, quien, por cierto, sigue manteniendo en su cargo a su compadre saqueador, Víctor Hugo Hernández Fuentes, director de Comunicación Social que, a los ojos de todo mundo, le da contratos de 350 mil pesos mensuales a su papá y permanece impune, precisamente protegido por este “sistema local anticorrupción” duranguense y su inútil “fiscalía especializada en combate a la corrupción” (ver reportaje Denuncian en la FECCED al titular de Comunicación Social del gobierno de Durango).
Otra coladera fétida que se destapó en estos días fue la de la aplicación CURA (Clave Única de Registro Académico), que sirve para que los padres de familia sepan en tiempo real qué calificaciones obtienen sus hijos y si asistieron o no a clases.
Esta aplicación, de acuerdo al anuncio que hicieron con bombo y platillos el gobernador bananero Esteban Villegas, su esposa Marisol Rosso y el expresidiario titular de Educación, Guillermo Adame, será voluntaria y funcionará solo a nivel secundaria, aunque no es tan novedosa pues ya ha sido utilizada en algunos planteles educativos duranguenses.
Sin embargo, y esto tampoco es novedoso, el tufo de corrupción que inmediatamente emanó de este tema y fue ventilado en las redes sociales fue el verdadero costo que tuvo la implementación de esta aplicación, que supuestamente fue cargado al erario con la módica suma de ¡25 millones de pesos! cuando se sabe que el costo de la creación de este tipo de aplicaciones no rebasa el millón de pesos.
Estos saqueos en despoblado ya están dando origen a un clan de nuevos ricos en Durango, un clan de “servidores públicos” mafiosos que muy al estilo de la exgobernadora Elvira Barrantes ya han comenzado a hacer ostentación de bienes adquiridos con dinero mal habido (o robado pues).
Retazo con hueso.
Mucha lástima da la candidata de la coalición PRI-PAN-PRD al Senado, Gina Gerardina Campuzano, quien luego de llamar “huevones” a los campesinos beneficiarios del programa “Sembrando Vida”, de la secretaría de Bienestar, practicamente su campaña se vino abajo, perjudicando principalmente a su compañera de fórmula, la priista Gabriela Hernández López. Ahora, por más esfuerzos que hacen, los “estrategas” prianistas no logran levantar a esta dupla.
Otros panistas que tampoco despiertan interés en los electores por sus negros antecedentes son Alejandra Terrones, candidata a diputada federal por el distrito 01, quien abiertamente utiliza en su campaña al personal del Instituto Estatal de las Mujeres, y el ex regidor y diputado Fernando Rocha Amaro, candidato a reelegirse en el distrito V local; este personaje quedó marcado para siempre en los anales de la corrupción en Durango, luego del señalamiento tácito que hizo en sesión de cabildo el exalcalde capitalino expanista Jorge Salum del Palacio, quien denunció la relación de regidores de su expartido con grupos de la delincuencia organizada en el tema de las licencias para venta de bebidas alcohólicas. Rocha Amaro, por esto y su deplorable papel como diputado aliado de la corrupción aispurista y villeguista, difícilmente podrá volver a sorprender a los electores duranguenses.
Y hasta aquí nuestra Tarde de perros con funcionarios anticorrupción corruptos; servidores públicos que recuperan sus fortunas mal habidas y candidatos apestados que ya huelen a desempleados.