Durango: Homosexuales en la política y democracia falsa

Fernando Miranda Servín.

 

Lo novedoso y deleznable del pasado proceso electoral fue el severo cuestionamiento del PRI y sus satélites, a través del periodista Víctor Hernández, director de La Semana Ahora, a la postulación de un homosexual por la coalición PAN-PT para aspirar a un cargo de regidor por el municipio de Durango.

El pasado 1 de julio, Ezequiel García Torres, dirigente de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT) en Durango, declaró al periódico La Jornada haber sido objeto de una guerra sucia de grupos ultraderechistas de esta entidad. El motivo de este señalamiento fue la aparición de una nota titulada “El movimiento gay se monta en el PAN”, aparecida el 26 de abril en el periódico local La Semana Ahora, luego de haber tomado protesta como candidato a segundo regidor capitalino por la coalición PAN-PT, que encabezó el panista Jorge Salum, y en la que se afirmaba de manera tendenciosa y despectiva que los homosexuales eran aliados del PAN.

Ezequiel García Torres, líder de la comunidad lésbica-gay, ciudadano ejemplar vilipendiado por la ultraderecha duranguense.
Ezequiel García Torres, líder de la comunidad lésbica-gay, ciudadano ejemplar vilipendiado por la ultraderecha duranguense.

Posteriormente, en el mes de junio, en el mismo periódico apareció una nota en la que acusaron a Ezequiel García de encabezar una red de pornografía infantil, e integrantes de una asociación llamada Red Familia, en la que participan la esposa e hijas del director de La Semana Ahora, aparecieron en un programa de televisión local haciendo estas acusaciones.

Ezequiel García presentó una denuncia penal en contra de esta asociación y en contra del director del periódico La Semana Ahora, Víctor Hernández, “no solo me difamaron y pusieron en peligro mi integridad física sino también publicaron fotografías de mi boda y afectaron emocionalmente a mi pareja”, declaró Ezequiel García.

El director de La semana ahora, temeroso de que el PRI perdiera la presidencia municipal y a su periódico se le fuera un jugoso convenio, llegó al extremo de usar a su esposa e hijas, de La Vela Perpetua, para advertir a la sociedad duranguense de lo inmoral que sería que un homosexual llegara al Cabildo municipal, como si la Constitución que nos rige reconociera derechos ciudadanos, como el de votar y ser votado, exclusivamente a los heterosexuales. Finalmente, el 31 de agosto Ezequiel García asumió el cargo de regidor, siendo el primer funcionario abiertamente homosexual que ocupa un puesto público en esta entidad.

Si cambiaron de filiación, estos diputados priístas son capaces hasta de cambiar de sexo para lograr sus nefastos fines.
Si cambiaron de filiación, estos diputados priístas son capaces hasta de cambiar de sexo para lograr sus nefastos fines.

Lo anterior viene al caso, porque en la sede del Poder Legislativo local  me percaté de que uno de los nuevos diputados es ni más ni menos que el contador público José Alfredo Martínez Núñez, conocido homosexual (no lo estoy descalificando) que en la administración municipal anterior llegó por la vía del PRI a la Subsecretaría de Atención Ciudadana, dependencia estratégica para el partido en el poder porque es ahí donde se autorizan y distribuyen los apoyos que da el municipio de Durango a las organizaciones sociales, a muchas de las cuales las mantienen con la condición de que sus bases apoyen en todo al PRI y voten por el en los procesos electorales.

Así las cosas, Alfredo Martínez Núñez fue uno de los operadores más activos del gigantesco fraude electoral que se llevó a cabo el pasado 7 de julio, proceso electoral en el que los gobiernos estatal y municipal de Durango utilizaron sin recato alguno recursos públicos materiales y humanos para el acarreo de votantes, la compra de votos y la coerción a habitantes de colonias precarias y asentamientos irregulares para obligarlos a votar por el PRI.

Ahora, la pregunta a Víctor Hernández se impone: ¿por qué su esposa no ha ido al más oficialista de los canales locales, el 12, a protestar contra la presencia en el Congreso local de José Alfredo Martínez Núñez, cuyo pecado mayor, para mi, no es, obviamente, su homosexualidad, sino su participación en el fraude electoral y aparecer como legislador (plurinominal, por supuesto) del partido Verde, cuando su filiación real es priísta? ¿Por qué Víctor Hernández no ha publicado en su periódico La Semana Ahora ninguna nota denunciando los antecedentes de Alfredo Martínez Núñez, no como homosexual, aunque es bien sabida la postura homofóbica de este periodista, sino como infractor de la ley? ¿Será que en este caso, como dice la popular canción de José Alfredo Jiménez, los mariachis callaron? Más bien, a mi parecer, es el pánico a que el gobernador Jorge Herrera Caldera lo prive de las desproporcionadas prebendas que recibe por tirar un periódico de muy escasa circulación, que la mayoría de los ciudadanos desdeña en los restaurantes donde lo obsequian por considerarlo un instrumento agresor al servicio del gobierno estatal y un boletín más de la Dirección de Comunicación Social, que nos cuesta muy caro a los contribuyentes.

Y en este mismo panorama corrompido que domina esta entidad del norte del país, la mafia priísta que detenta el poder de manera ilegal (porque es ilegal ganar unas elecciones utilizando recursos públicos materiales, humanos y financieros) ahora pretende hacer creer a la ciudadanía que vive en una democracia auténtica con la burda medida de habilitar como representantes de los partidos Verde, Panal y Partido Duranguense a 10 de sus diputados, para poder formar los grupos parlamentarios que darán la imagen de que efectivamente existe la democracia en este anquilosado estado, porque a esta mafia se le pasó la mano en el fraude electoral que cometió en julio pasado y obtuvo “carro completo” usando el erario, vehículos y personal de las instituciones públicas para llevar a las casillas de votación a la fuerza o comprados a miles de ciudadanos para emitir su voto a favor del PRI.

Ahora, para que no se vea grotesco que haya en el Congreso local 25 diputados del PRI, dos del PAN, uno del PT, uno del PRD y uno del Movimiento Ciudadano, la mafia priísta del Congreso local que controla la Mesa Directiva (en los hechos controla todo esta mafia) declaró procedente la constitución de estos grupos parlamentarios falsos, conformados por diputados que llegaron a sus curules con afiliaciones priístas pero, violando los reglamentos que rigen las actividades parlamentarias estatales, de la noche a la mañana se convirtieron en militantes de los partidos Verde, Panal y PD, partidos satélites del PRI que integraron solamente de membrete la coalición llamada “Alianza para seguir creciendo” (o más bien Alianza para seguir saqueando el erario).

Así “el grupo parlamentario del PVEM” está integrado por los diputados Héctor Eduardo Vela Valenzuela, Arturo Kampfner Díaz, Carlos Matuk López de Nava y José Alfredo Martínez Núñez, archiconocidos priístas que toda su vida han militado en este partido y han ocupado altos cargos tanto en el gobierno estatal como en el municipio de Durango.

“La fracción parlamentaria del Panal” está conformada por Julián Salvador Reyes, priísta recalcitrante y ex secretario del Ayuntamiento de Durango; Marco Aurelio Rosales Saracco, ex coordinador de regidores del PRI, y Agustín Bernardo Bonilla Saucedo, diputado de representación proporcional por el PRI.

Y “el equipo parlamentario del PD” quedó compuesto por el priísta Felipe Meraz Silva, líder del sindicato del Sistema Estatal de Telesecundarias; Eduardo Solís Nogueira, el famoso Maki que logró que en las boletas electorales imprimieran su apodo y no su nombre, también priísta recalcitrante y ex coordinador de regidores del PRI en el ayuntamiento de Durango, y por Alicia García Valenzuela, quien llegó al Congreso como diputada de representación proporcional por el PRI.

El PAN formó su fracción parlamentaria con sus dos diputados y los diputados del PRD, Movimiento Ciudadano y PT se conformaron así mismos, de manera individual, como representantes y fracciones de sus partidos.

De esta manera, simulando ante el pueblo duranguense, la mafia priísta podrá controlar en absoluto el Congreso local con esta pantalla de “democracia”,  que impedirá a las pobres representaciones del PAN, PRD, PT y MC integrar la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, que supervisa a la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE), que vigila y fiscaliza los recursos financieros del gobierno estatal y los municipios, así como  del Poder Judicial y los organismos públicos autónomos, con el objetivo primordial de encubrir todos los saqueos que realicen en este sexenio los altos funcionarios del gobierno estatal encabezados por el gobernador Jorge Herrera Caldera, los presidentes municipales de filiación priísta y las mafias que están apoderadas del Tribunal Superior de Justicia estatal y de los organismos “autónomos”, como por ejemplo la UJED. Mejor, imposible.

¿Hasta cuándo los ciudadanos seguirán tolerando a este pequeño grupo delincuencial que desde hace 90 años viene mutilando las esperanzas de progreso del pueblo duranguense?