El saqueador número 1 de Durango
Fernando Miranda Servín.
Su enorme auge financiero coincide con la llegada de su primo Jorge Herrera Caldera a la gubernatura de Durango, en septiembre de 2010.
Quienes lo conocen refieren que creció en el seno de una familia humilde que habitaba una vivienda modesta en la calle de Abasolo, del antiguo barrio de Analco, de la ciudad de Durango. “Su padre era agente de tránsito y su mamá ama de casa”, comentan.
Aparentemente de carácter tranquilo, cuando comienza en su juventud a formar parte de los grupos pertenecientes a la ultraderecha duranguense empieza a participar en actividades violentas, como por ejemplo mandar a agredir a sus compañeros dirigentes estudiantiles izquierdistas, en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Juárez del Estado de Durango, en esas contiendas en las que se disputaban la presidencia de la Sociedad de Alumnos.
A estos grupos vinculados con la iglesia católica se les atribuyen inclusive actos terroristas, como el realizado a finales de la década de los años 70, en el Cinema Dorado 70, ubicado en la Av. 20 de Noviembre esquina con Progreso, en el centro de la ciudad de Durango. Según las crónicas de la época, jóvenes integrantes de la fraternidad denominada Caballeros de Colón, principal grupo de choque de la jerarquía católica, pretendieron quemar las puertas del Cinema Dorado 70 para evitar que ahí se exhibiera la película Jesucristo Superstar.
Licenciado en Derecho por la UJED, desempeña trabajos modestos en periódicos locales de Durango hasta que inicia una página de noticias por internet llamada Análisis Político, al mismo tiempo que su pariente, Jorge Herrera Caldera, ocupa la presidencia municipal de Durango, de 2007 a 2010.
Se trata de Rafael Herrera Piedra, el ahora ya por demás conocido primo del gobernador duranguense Jorge Herrera Caldera, quien el pasado 5 de febrero de este año 2016 fue denunciado en el periódico La Jornada por ser uno de los principales promotores de la campaña de desprestigio en contra de las integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) Ángela Buitrago y Claudia Paz y Paz, expertas penalistas colombiana y guatemalteca, respectivamente, que coadyuvaron con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para investigar la desaparición forzada o genocidio de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, crimen de lesa humanidad perpetrado el 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, Guerrero, por fuerzas policíacas federales y militares.
Según investigaciones de la periodista Gabriela Rodríguez, del diario La Jornada, Rafael Herrera Piedra, junto con José A. Ortega y Ramón Hernández Flores, integrantes de la sociedad secreta ultraderechista llamada El Yunque, fueron los que orquestaron la campaña de desacreditación en contra de las especialistas mencionadas filtrando en varios medios de comunicación nacionales la supuesta inexperiencia de las dos profesionistas, que en el campo de la criminología son auténticas eminencias.
El objetivo de este acto oprobioso fue evitar que el GIEI interrogara a los soldados del ejército mexicano que pudieron haber participado en la desaparición forzada de los 43 y continuara con las indagatorias de este crimen. Finalmente, el GIEI tuvo que abandonar el país a finales de abril pasado por esta campaña de difamaciones y por las discrepancias que tuvo con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Hoy, Rafael Herrera Piedra está en el ojo del huracán en la política duranguense ya que constantemente es señalado en algunos medios de comunicación nacionales por su presunto enriquecimiento ilícito así como por usurpar funciones públicas durante la administración gubernamental de su primo, Jorge Herrera Caldera.
El pasado 26 de enero, en la popular columna titulada Frentes Políticos, del periódico Excélsior, apareció la siguiente referencia: “Cuentan que menos de un sexenio le bastó a Rafael Herrera Piedra, primo, concuño y socio del gobernador Jorge Herrera Caldera, para volverse millonario en dólares”.
También, por lo menos uno de los candidatos de oposición a la gubernatura de Durango ha hecho manifestaciones públicas en contra de Rafael Herrera Piedra por cooptar a algunos políticos y partidos, tanto de izquierda como de derecha.
Y es que desde el primer minuto que comenzó la gestión de Jorge Herrera Caldera como gobernador de Durango, las clases periodística y política local supieron que con este personaje hosco tendrían que tratar para resolver todo tipo de asuntos públicos.
En los corrillos de prensa estatales de inmediato se corrió la especie de que Rafael Herrera Piedra sería el principal operador político de su primo, Jorge Herrera Caldera, y quien decidiría a quién dar o no dar convenios para publicitar las actividades del gobierno estatal.
Así, Herrera Piedra, al mismo tiempo que organizaba a los diputados del Congreso local para investigar al ex gobernador Ismael Hernández Deras por los gastos que hizo en aquella inolvidable fiesta de su cumpleaños, celebrada el 22 de febrero de 2014, y se afanaba en conseguir pruebas de enriquecimiento ilícito del senador priísta de Mezquital, también preparaba el encarcelamiento de algunos políticos “rebeldes”, como el ex alcalde de Durango, Adán Soria Ramírez.
Hoy, según conocidos políticos y periodistas duranguenses, Rafael Herrera Piedra está terminando su papel fáctico como mano derecha del gobernador Jorge Herrera Caldera con más del 60% de la prensa local en su contra, tanto por abusos de poder cometidos como por convenios no cumplidos, y con la animadversión de muchos políticos y empresarios locales que de alguna u otra manera fueron perjudicados por las decisiones arbitrarias que tomó con o sin el respaldo del gobernador priísta Jorge Herrera Caldera.
Ya en la recta final del sexenio, el recuento de los daños parece ser muy desfavorable para un Rafael Herrera Piedra que durante los últimos seis años ejerció de manera despótica el poder a trasmano que le confirió su primo, al grado de que, según una de las magistrales crónicas del periodista lagunense Juan Monrreal López, llegó a manifestar de sí mismo: “Soy Dios”.
Pero lejos, lejísimos de eso por supuesto, Rafael Herrera Piedra encabeza la lista de los encarcelables de Durango, de esos funcionarios y entes que difícilmente podrían justificar sus estratosféricas cuentas bancarias e infinidad de propiedades que poseen, obtenidas, obviamente, por la disposición sin control del erario y por los negocios privados fundados al vapor que resultaron excesivamente beneficiados con contratos gubernamentales ilegales y pagos millonarios abusivos.
De aquella página de noticias por internet llamada Análisis Político, Rafael Herrera Piedra pasó a ocupar una propiedad de lujo en la calle J. Guadalupe Aguilera Núm. 709, en la céntrica colonia Guillermina de la ciudad de Durango, instalaciones que serían una especie de cuartel por donde desfilarían lo mismo políticos priístas que de oposición y periodistas oficialistas para recibir sus “instrucciones”, asumiendo de facto la función pública de director de Comunicación Social del gobierno de Durango. Y, de la noche a la mañana, Análisis Político se convirtió en un verdadero emporio periodístico con página web, programas de radio y televisión y un periódico impreso llamado Hacemos Periodismo que, no obstante que publica y promociona constantemente las actividades del gobierno estatal, este se niega a proporcionar a la ciudadanía la información pública sobre los contratos y pagos que ha realizado a este consorcio durante todo este sexenio.
Lo mismo sucede con las revistas Soy Norte, DuranYork, Señoras y Promueve (turismo y gastronomía) de las que el gobierno de Jorge Herrera Caldera se niega a dar informes sobre las cantidades de dinero que les ha pagado a lo largo de su sexenio diciendo que “ninguna de estas empresas aparece en sus registros”, cuando de acuerdo a investigaciones realizadas por el equipo de razacero estos medios informativos vinculados a Rafael Herrera Piedra aparecen en varias relaciones de pagos de la Dirección de Comunicación Social.
Con las arcas abiertas como principal operador político del gobernador duranguense, Rafael Herrera Piedra no podía conformarse con realizar un manejo sin fiscalización de enormes cantidades de dinero, lo mismo para comprar voluntades que para cooptar partidos políticos y, con un poder desmesurado para ordenar, quitar y poner a funcionarios estatales, fundó el Grupo HADEC (Herrera Álvarez del Castillo, que son los apellidos de él y su esposa).
El grupo HADEC está conformado por cuatro empresas especializadas en trabajos de impresión, promoción de imagen y comunicación, que son respectivamente la imprenta Publicenter, cuyas oficinas y sus monumentales rotativas se encuentran en la calle Enrique Carrola Antuna Núm. 1503 Oriente; Iso Marketing Estudio de Diseño y la revista Soy Norte, en el mismo domicilio, y el Centro de Publicidad, Diseño y Comunicación S.C., ubicado en la calle Jesús Arritola Núm. 225, de la colonia Guillermina. Las oficinas centrales del Grupo HADEC se encuentran en la calle Camino del Amanecer Núm. 409, en el Cerro de los Remedios, una de las zonas de mayor plusvalía en el estado de Durango.
Otras empresas relacionadas con la familia
Herrera Piedra-Álvarez del Castillo son:
Comunicación Trascendente, Color Home, Gran Baluarte, Prime Boxing Team, City Mall y radiotv.mx.
La mayoría de estas empresas fueron creadas a partir del mes de septiembre de 2010, fecha en que el gobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera, tomó posesión de su cargo y, aunque son de las principales proveedoras y prestadoras de servicios del gobierno estatal, la Unidad de Enlace para la Transparencia se niega a dar informes a la ciudadanía sobre los contratos y convenios, así como los pagos que han realizado a todas estas empresas en los últimos seis años.
Rafael Herrera Piedra se molesta cuando algún ciudadano solicita informes al gobierno estatal sobre sus empresas y ordena tajantemente a los encargados de la Unidad de Enlace para la Transparencia no contestar y ocultar la información requerida. Son sus negocios sucios y nadie, absolutamente nadie tiene por qué enterarse de ellos ya que a través de estos consorcios acaparó buena parte de los trabajos de impresión, manejo de imagen y publicidad que el gobierno de Durango regularmente proporcionaba a un abanico muy extenso de proveedores y prestadores de servicios. “Herrera Piedra imprime todos los promocionales del gobierno estatal, desde trípticos hasta espectaculares, también realiza los spots para radio y televisión que emite el gobierno de su primo y le da asesoría de manejo de imagen, por lo que muchos trabajadores del ramo prácticamente nos quedamos sin empleo pues el gobierno estatal es nuestro principal cliente”, manifiesta indignado un conocido impresor de Durango.
La faraónica hacienda que Rafael Herrera Piedra posee en el kilómetro 18 de la carretera a Parral (que comenzó a construir en el inicio de este sexenio) y sus residencias familiares de los fraccionamientos Lomas del Parque y Jardines de Durango son aparte y nada tienen que ver con aquella vieja vivienda en la que creció en la calle Abasolo del barrio de Analco.
Algunos analistas políticos duranguenses sugieren que el enriquecimiento ilícito de Rafael Herrera Piedra, el “primo incómodo” del gobernador, podría superar en mucho a los perpetrados por Carlos Mateo Aguirre Rivero, hermano del ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y Humberto Medina Ainslie, papá del ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, quienes durante el ejercicio de poder de sus parientes asumieron las mismas actividades fácticas que ha desempeñado Herrera Piedra, siendo encarcelado el primero e indiciado el segundo bajo la administración del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”.
Ahora, para Rafael Herrera Piedra no todo es miel sobre hojuelas pues los pleitos familiares han trascendido el círculo de los Herrera Caldera-Herrera Piedra y en las mesas de los restaurantes y cafés más conocidos de Durango se comentan con insistencia las disputas que el brazo derecho del gobernador de Durango tiene constantemente con Antonio Herrera Caldera, el hermano mayor del gobernador, quien lo recrimina por las malas decisiones políticas que ha tomado y que han perjudicado a su hermano Jorge y por la notoria ostentosidad con la que se ha conducido. Pleitos entre parientes que al fin de cuentas no benefician en nada a los habitantes de esta entidad, que estadísticamente está considerada como la más pobre y con menos desarrollo social del norte del país.
Así las cosas, con una deuda pública que tan solo en los últimos 4 meses del año pasado ascendió de 3,815 millones a 7,500 millones de pesos, y otros 4 mil millones de pesos de gastos que el gobierno de Jorge Herrera Caldera no ha podido o no ha querido justificar ante la Auditoría Superior de la Federación, el 70% de la población duranguense padece pobreza y pobreza extrema dentro de este régimen priísta que ya lleva más de 90 años en el poder y que quizá ya esté llegando a su fin, pues la ciudadanía finalmente está comprendiendo que la permanencia de los priístas en el poder precisamente garantiza la impunidad de personajes como Rafael Herrera Piedra, El saqueador Núm. 1 de Durango.